Investidura

Puigdemont avisa: no habrá «cheque en blanco»

Exige al Gobierno más gestos, como la defensa del catalán, si quiere «obtener resultados diferentes»

Carles Puigdemont
Catalan leader in exile Carles Puigdemont pictured during a press conference regarding the evaluation of the sentence of the Court of the European Union on the lifting of the euro-parliamentary immunity of Catalan leader Puigdemont and separatists Comin and Ponsati, Wednesday 05 July 2023, at the European parliament, in Brussels. Editorial licence valid only for Spain and 3 MONTHS from the date of the image, then delete it from your archive. For non-editorial and non-licensed use, please contact EUROPA PRESS. Europa Press 05/07/2023Europa PressEuropa Press

Los independentistas siguen considerándose esenciales a la hora de formar Gobierno y no solo elevan el precio de sus exigencias (referéndum sobre la independencia o amnistía), sino también el tono. Y el último en pronunciarse fue el expresidente de la Generalitat, el fugado Carles Puigdemont, quien avisó a los socialistas de que cualquier apoyo que les den no significará un «cheque en blanco».

Así lo manifestó ayer en un mensaje que publicó en Twitter en el que hacía referencia a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en la que estimaba la medida cautelar solicitada por una familia y obligaba a una escuela de Gerona a impartir en un aula «una o unas materias o asignaturas» en castellano, además de la de aprendizaje de la lengua.

«Van deconstruyendo consensos sociales y políticos por mero supremacismo lingüístico, y aún piden que les sigan extendiendo cheques en blanco porque «hay que parar a la derecha», publicó el expresidente catalán.

En la misma línea, Puigdemont se preguntaba «¿qué han hecho estos años para parar a la derecha judicial?» y «¿para respetar la política lingüística aprobada y consensuada con la mayoría de los catalanes?». «Tenían los votos, tenían la llave y tenían todo el poder... pero el catalán retrocede empujado por la ofensiva oficial del Estado. No se puede repetir este esquema si se desea tener resultados diferentes», avisó en un claro mensaje a los socialistas de cara a ese apoyo que necesitan de los siete diputados de Junts para que Sánchez vuelva a ser investido presidente del Gobierno. Unos apoyos que ahora, tras el recuento del voto del exterior han de ser en forma de «sí», pues ya no le sirve al PSOE únicamente con la abstención.

Esa dependencia de los de Junts hace que los independentistas aseguren que no cederán con ninguna de sus condiciones, algo que el propio Puigdemont ha ido apuntando a lo largo de los últimos días. En un comunicado reciente, ya apuntaba que «el recuento definitivo de los votos comporta un cambio puntual en la asignación de escaños en el Parlamento español, pero relevante en la ecuación para cualquier investidura».

Por ello, recordaba a los socialistas: «O Junts vota que sí, o el PSOE acaba facilitando la investidura de Feijóo o vamos a la repetición de las elecciones». Así que avisaba de que Cataluña vive un «conflicto político muy serio y profundo, y es aquí donde hay que poner el foco».

Al mismo tiempo, sabedor de que todos los focos apuntan hacia Waterloo, el expresident aprovechaba para mandar un aviso claro de que Junts no cederá ante «presiones» ni ante «chantajes». «Quien crea que ejerciendo presión o practicando directamente el chantaje político obtendrá algún beneficio táctico, se puede evitar el esfuerzo», dijo para añadir que «es necesario mantener la discreción y extremar la prudencia», en lo que a las negociaciones se refiere. Eso sí, sacó de esa «discreción» el precio que pone al líder de los socialistas: «Negociar los términos en los que debe acordarse la resolución de un conflicto como el que existe entre Cataluña y España»: amnistía y referéndum de independencia. Eso sí, quiso matizar que la primera de las exigencias debe ser global, para los 4.000 encausados del «procés» y no solo para casos particulares como el suyo.