Barcelona

Puigdemont desvela que pactó con Iglesias el apoyo del PDeCAT a la moción

El ex presidente catalán dice que conceder «sus» 45 puntos «no deja el contador a cero» y exige el derecho de autodeterminación

Puigdemont, ayer en la entrevista
Puigdemont, ayer en la entrevistalarazon

El ex presidente catalán dice que conceder «sus» 45 puntos «no deja el contador a cero» y exige el derecho de autodeterminación.

Carles Puigdemont ha puesto voz a las demandas del sector más crítico del independentismo y avisó ayer al PSOE de que el Govern exigirá negociar el derecho de autodeterminación de Cataluña en la reunión entre Pedro Sánchez y Quim Torra que ayer ambos apalabraron por teléfono. Una advertencia directa que llega en plena operación deshielo, con los socialistas dispuestos a facilitar la recuperación de las leyes sociales aprobadas por el Parlament y tumbadas por el Tribunal Constitucional o incluso a pactar favorablemente aspectos como la financiación y las inversiones en infraestructuras. En definitiva, los 45 puntos que el propio Puigdemont entregó a Mariano Rajoy en la última reunión entre Ejecutivos hace dos años, como adelantó ayer este diario.

Sin embargo, el ex president quiso dejar claro en una entrevista en Rac 1 que el Govern no renunciará al punto 46, el que hace referencia al derecho de autodeterminación de Cataluña. «El referéndum es la reivindicación de un derecho y si el Gobierno cree que se puede implementar (la cuestión de la autodeterminación) de otra manera, podemos escuchar», avisó Puigdemont, quien emplazó al PSOE a «dar salida a las aspiraciones democráticas de la mayoría del Parlament favorable a la creación de un nuevo Estado para Cataluña, con la celebración, como mínimo, de un referéndum vinculante». Un argumento aceptado y repetido poco después por la principal aliada de Puigdemont en Barcelona, la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi.

Sobre el grueso de demandas catalanas que Torra y Sánchez tendrán encima de la mesa, el ex president quiso recordar que, a su parecer, «son el recordatorio de que venimos muy atrás en el incumplimientos del Estado con Cataluña».

Para añadir presión al PSOE, Puigdemont también cargó contra el nuevo ministro de Exteriores, Josep Borrell –al que definió como un «ultra»– y explicó que pactó apoyar la moción de censura de Pedro Sánchez directamente con Pablo Iglesias. Un anuncio estratégico para recordar que la maniobra socialista llegó a buen puerto gracias al apoyo de los nacionalistas e independentistas junto a Podemos.