Política

Valencia

Rajoy a la dirección del PP: el partido está por encima de intereses personales

Intervino «in extremis» en la crisis andaluza

Desde el corazón de un barrio de málaga. Hijo de inmigrantes y nieto de jornaleros, Juan Manuel Moreno Bonilla conoce de primera mano la realidad andaluza. En la imagen, el barrio malagueño donde vivió
Desde el corazón de un barrio de málaga. Hijo de inmigrantes y nieto de jornaleros, Juan Manuel Moreno Bonilla conoce de primera mano la realidad andaluza. En la imagen, el barrio malagueño donde viviólarazon

MADRID.- El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha optado por echar agua en el «polvorín» en el que se estaba convirtiendo el PP andaluz con una apuesta personal y que tiene que funcionar a largo plazo. El candidato elegido, Juan Manuel Moreno, tiene un perfil que lleva a pensar que «el objetivo es reeditar el modelo de batalla sobre el terreno que durante tantos años ha liderado Javier Arenas», según explican en Moncloa. «Es un hombre de partido, buen comunicador, enseñado en la importancia del control de las estructuras orgánicas y en el trabajo provincial», indican. Rajoy ha dado un golpe en la mesa en la gestión de esta crisis, un gesto de mando «in extremis», para algunos quizás tarde, pero que se ha interpretado a nivel interno como un signo de autoridad con un claro mensaje para navegantes: el partido está por encima de los intereses y de las cuitas personales. Y el mensaje va dirigido hasta arriba del todo, a la propia cúpula de Génova.

Con o sin intención, Rajoy ha desautorizado a la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y ha dado lugar a que se interprete que hay una pérdida de confianza en un momento muy importante porque tras dos años de tranquilidad el partido tiene que engrasar de nuevo su maquinaria electoral y revisar algunos engranajes. Y no sólo por las europeas, ya que en Génova empiezan a poner la vista más lejos, en las autonómicas y municipales de 2015. Y ahí, el «número dos» tiene mucho que decir y que hacer.

Pero por encima de intereses personales o de compromisos, «el presidente ha actuado con la vista puesta en el interés del partido», según reflexionan en su entorno. Andalucía es una pieza clave y en el seno del PP ha empezado a instalarse la sensación de que la victoria de Arenas en las últimas autonómicas, sin mayoría absoluta, es cada vez más difícil de reeditar. Moreno tiene como principal reto combatir ese desánimo y devolver cierta confianza y optimismo a la organización regional. En los próximos meses Génova tendrá que gestionar otras importantes decisiones a nivel territorial. Valencia y Andalucía son los dos farolillos rojos, mientras que en otras comunidades como Extremadura o Castilla-La Mancha las expectativas son mejores de lo que cabría esperar en una coyuntura tan complicada y teniendo en cuenta que es la primera vez en democracia que el PP gobierna en estas autonomías. Pese a las dificultades, en Valencia no se prevén cambios en el cabeza de cartel ni en la comunidad ni en el ayuntamiento. Continuidad de Alberto Fabra, con la esperanza puesta en que al final Rita Barberá remonte y tire hacia arriba de la comunidad autónoma. En Murcia el relevo se hará sin soluciones traumáticas, eligiendo entre las dos opciones que se están señalando en el entorno de Ramón Luis Valcárcel. Confían en que habrá continuidad en Castilla y León y en La Rioja, pese a que sus actuales presidentes autonómicos acumulen mandatos a sus espaldas. Y tampoco se esperan sobresaltos en el resto de autonomías. Queda Madrid, la joya de la corona, y en donde todas las miradas están puestas en la Alcaldía. Aquí también creen que si la Alcaldía funciona, servirá de efecto de arrastre para consolidar un buen resultado en la comunidad. De hecho, Génova cuenta ya con estudios demoscópicos en los que tantea el conocimiento y la valoración entre la opinión pública de distintas opciones. En los últimos, Esperanza Aguirre supera, pero por muy poco, a la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes. En cualquier caso, todavía no son encuestas sólidas, en las que se vincula directamente el apoyo al PP con los posibles líderes de la candidatura.