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Rajoy llevará su oferta de gran coalición a su campaña

Cree que seguirá siendo necesario el acuerdo PSOE-PP tras las elecciones

Rajoy en la clausura de la Convención de Nuevas Generaciones
Rajoy en la clausura de la Convención de Nuevas Generacioneslarazon

Cree que seguirá siendo necesario el acuerdo PSOE-PP tras las elecciones

La agenda de esta semana lleva, salvo sorpresa, a la disolución de las Cortes Generales y a la confirmación de unas nuevas elecciones, precedidas de una larga campaña que ya ha empezado, aunque oficialmente no se ha dado el pistoletazo de salida. Los partidos trabajan ya de hecho en esa acción electoral teniendo en cuenta que aunque es obligado que se celebre la campaña en su sentido estricto, en ningún caso podrá ser como una más.

En lo que afecta al PP, en Génova se inclinan por huir de los mítines tradicionales y por sostener el discurso electoral en actos pequeños, muchos en la calle. El líder popular ya apuntó en esa dirección en diciembre, pero en esta ocasión será mucho más exagerada su apuesta por este marco como plataforma de su mensaje electoral. Todavía no está nada definido, porque primero tienen que confirmarse los nuevos comicios, pero en los cuarteles generales de todas las formaciones ya manejan algunas ideas genéricas que prueban que los partidos tendrán que cambiar sus estrategias si quieren combatir el cansancio de la ciudadanía con el bloqueo político.

La previsión es que la larga campaña que, en principio, llevará a las urnas en junio no puede ser ni de programas ni de personas. Puede saltar la sorpresa, o que entren temas que no están en la agenda y que eso altere las hojas de ruta diseñadas. Pero hay unas líneas fundamentales que ya parecen bastante definidas. Primero todos los partidos intentarán centrar el juego en hacer balance a su favor de lo que ha ocurrido desde diciembre, para responsabilizar a su más directo adversario de que no haya sido posible el acuerdo político. Pero luego, según precisa uno de los estrategas electorales de Génova, en esta campaña los partidos se verán obligados a precisar qué piensan hacer tras las elecciones. Tendrán que ser más explícitos que en diciembre, donde la estrategia se sostuvo justamente en ocultar sus pactos postelectorales, e incluso «en decir lo contrario de lo que han hecho durante estos meses», puntualizan en el PP, para aludir a continuación a las «rectificaciones» en el discurso de C’s. En campaña los de Rivera defendieron el principio de dejar gobernar a la lista más votada.

En relación a los pactos, Rajoy mantendrá hasta las elecciones su defensa de la gran coalición. El pacto PSOE-C’s lo tumbó la mayoría del Congreso y morirá definitivamente con la disolución de las Cortes Generales. Pero Rajoy, sin embargo, mantendrá como bandera su apuesta por un entendimiento entre los dos principales partidos. El líder popular sostiene incluso en privado que ese acuerdo seguirá siendo necesario tras unos nuevos comicios, a pesar de que los sondeos señalan la posibilidad de que PP y Ciudadanos pudieran formar gobierno. Las encuestas están ahí, pero el PP no va a girar su discurso de campaña hacia la formación de Albert Rivera. Al contrario, no abandonará su mensaje en favor del pacto con los socialistas, una idea que llevan defendiendo desde el día después de las elecciones de diciembre. Es una estrategia que tiene como objetivo buscar el voto útil y en la que habrá mucha munición dirigida contra el líder de la formación naranja.

En cualquier caso, tanto en lo formal como en el contenido ésta será una campaña diferente. En la que casi sólo se hablará de coaliciones y con pocos mítines. «No creo que nadie se atreva a convocarlos, ya no quedan militantes ni dinero. Serán de mesa camilla. Es inviable salvo para Podemos», sentencia un miembro de la dirección del PP.