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Rajoy confirma que mantendrá el 155 frente al órdago de Bruselas

Pone en valor ante el PP su gestión del reto soberanista: «Ha sido buena para España»

Mariano Rajoy y Fernando Martínez-Maíllo
Mariano Rajoy y Fernando Martínez-Maíllolarazon

Pone en valor ante el PP su gestión del reto soberanista: «Ha sido buena para España».

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aprovechó ayer la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP para poner en valor ante su partido su gestión del desafío independentista. Rajoy intentó ahuyentar la preocupación generada en sus filas por el mal resultado cosechado en esos comicios, que reconoció, pero quitándole relevancia a nivel nacional. A la reunión de la plana mayor del PP no asistió el candidato catalán, Xavier García Albiol, en el centro de la polémica como principal señalado en el balance del resultado de esos comicios. La razón alegada es que tenía una cita médica, que ya había cancelado en campaña y que no podía volver a suspender.

Además de reivindicar su gestión, el presidente confirmó la información adelantada por este periódico de que si el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont persiste en su objetivo de conseguir ser investido de nuevo desde Bélgica, donde está fugado de la Justicia, además de los recursos, como última medida se mantendrá en vigor el artículo 155 de la Constitución, que ha supuesto la intervención de la Generalitat. Rajoy argumentó este supuesto en el hecho de que plantear ser presidente de la Generalitat desde Bruselas y fugado es un planteamiento «absurdo», en el que el problema no sólo es jurídico sino de sentido común. «Un presidente tiene que comparecer ante la Cámara para pedir el voto y para someterse al control de los diputados. Y tiene que tomar posesión, y tiene que hacerlo físicamente». Si no toma posesión, «el artículo 155 seguirá en vigor porque así lo establece el acuerdo del Senado» que lo activó, donde se señala su vigencia hasta que se forme un nuevo Gobierno que respete el marco legal. «El 155 no es para prohibir el independentismo, sino para obligarle a respetar la ley, que es una cosa distinta. Y eso es lo que estamos consiguiendo». Y a partir de ahí, añadió que en los «próximos años hay que trabajar para ganar al independentismo no con el 155, sino dando la batalla política y apelando a la concordia». Por cierto, Rajoy rebajó el alcance de los malos resultados obtenidos por el PP en Cataluña, sin ni siquiera grupo propio en la Cámara autonómica, porque, a su juicio, el balance debe tener en cuenta que la gestión de su Gobierno ha sido bueno para España, aunque «acaso no lo haya sido para el PP». «Se ha restituido la legalidad, que era el objetivo prioritario. Se ha restituido la ley, se ha destituido al Gobierno que la vulneró y se han convocado elecciones para que haya un Gobierno que respete a la ley».

El alegato de Rajoy a favor de las decisiones que ha adoptado en Cataluña, con el artículo 155 como bandera, fue precisamente la parte de su discurso que despertó en varias ocasiones los aplausos de los dirigentes populares. En una reunión, por otra parte, en la que pese a la expectación creada todos los asistentes se limitaron a escuchar los discursos programados por Génova, el de Rajoy y el del coordinador general, Fernando Martínez-Maillo. Sin ninguna enmienda.

«Como partido hemos cometido errores. Lo admitimos y tenemos que hacer mejor las cosas en el futuro», concedió el presidente del Gobierno. También se mostró comprensivo con la frustración que puede sentir «mucha gente» por el resultado electoral, y dijo entender que hubiera quien prefería una intervención de la Generalitat más larga antes de convocar elecciones. Pero para justificarse en todas sus decisiones aclaró que condicionó siempre la respuesta al golpe soberanista al objetivo superior de mantener la unidad con el PSOE y con el partido de Albert Rivera. Rajoy agradeció al Rey Felipe VI su posición ante el desafío secesionista, «la crisis institucional más importante a la que se ha enfrentado la democracia en los últimos años».

Y ante los suyos incidió en que «la gente» ha valorado «nuestra prudencia y templanza». «No hemos hecho demagogia ni política de partido. No hemos estado en cosas pequeñas sino pensando siempre en defender la ley y el interés general», concluyó.