Rajoy, ante la presión de Mas: las cifras deben pactarse entre todos

MADRID-El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, apeló ayer al consenso y a la necesidad de un acuerdo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) como salida para rebajar la presión de sus propias comunidades ante la negociación bilateral con la Generalitat de Cataluña sobre el déficit a la carta que exige Artur Mas.

La conversación privada del viernes de Rajoy con Mas en Barcelona y las de sus ministros económicos con el consejero de economía catalán, Andreu Mas-Colell, han engordado aún más los recelos de los «barones» populares. Rajoy, consciente de la tensión interna que está provocando este debate, explicó ayer que en ningún momento habló de cifras concretas de déficit con Mas, y que éste tampoco se las planteó.

Y también subrayó que, en cualquier caso, las nuevas cifras de déficit, aunque sean distintas para las comunidades, tienen que pasar por el CPFF, y que su Gobierno quiere un acuerdo multilateral. Aunque el «Gobierno tiene la última palabra», puntualizó. El presidente reclamó a todas las autonomías «sensatez, altura de miras, generosidad y sentido común», «inteligencia y grandeza». «El objetivo es de todos»: del Gobierno, de la Seguridad Social y de las comunidades. También precisó que no hay lugar a entrar en discusiones concretas sobre cifras hasta que España no tenga la confirmación de Bruselas de que acepta la flexibilización de las exigencias para los dos próximos años que se prevé en el Plan de Estabilidad remitido a la UE el 26 de abril.

«Conviene no tirarnos los trastos a la cabeza, ya que es algo que, como ha acreditado la historia, no sirve absolutamente para nada», defendió Rajoy en su llamamiento a la calma y a la negociación.

El viernes, la Generalitat volvió a trasladar al Gobieno el «drama» de su situación financiera. Un riesgo de quiebra que Mas está utilizando como elemento de presión sobre Hacienda porque sabe que, además de ser un problema económico, también lo es político, y que el Gobierno no puede asumir el «default» de la Generalitat, cuyo PIB representa casi la quinta parte de la economía española.

En 2012, el objetivo de déficit se fijó en el 1,5 por ciento del PIB, pero cinco comunidades lo incumplieron.

La Comisión Europea (CE) y el Consejo Europeo aprobarán definitivamente en junio los nuevos objetivos.