Elecciones generales

Rajoy: «Hemos cumplido. Lo afirmamos con orgullo»

Rajoy, a su llegada al acto de unidad que el PP celebró en Toledo bajo el lema «cumPPlimos: de la crisis a la recuperación».
Rajoy, a su llegada al acto de unidad que el PP celebró en Toledo bajo el lema «cumPPlimos: de la crisis a la recuperación».larazon

Rajoy destaca su experiencia al recordar que España crece y ya se está creando empleo. Defiende que el PP no necesita «fichajes de última hora» para ofrecer regeneración a sus votantes.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio ayer el pistoletazo de salida a su precampaña electoral en un acto dispuesto para que le arroparan ministros y la plana mayor de su partido, y bajo el lema de que el PP tiene que afirmar con orgullo que ha cumplido el compromiso que adquirió ante los españoles al arranque de esta legislatura. «España crece y se está creando empleo. El Estado recupera ingresos y estamos en condiciones de mejorar la financiación de los servicios públicos», sentenció Rajoy en un balance en el que la escenografía estaba también dirigida a pasar página del ruido de división interna que sus ministros y desde su partido han alimentado en la pasada semana. Ayer fue el día de vender unidad, en los discursos y en las formas, con dos de los protagonistas del ruido de sables por su cruce de declaraciones críticas, los ministros Cristóbal Montoro y José Manuel García-Margallo, sentados en la misma fila con el titular de Interior, Jorge Fernández, de barrera entre los dos.

Rajoy sentó las bases de lo que va a ser el discurso electoral del PP. Poner en valor su gestión, sostener que la alternativa es volver al pasado e intentar dinamitar el mantra del «cambio» con el que pugna por identificarse la oposición de su conjunto, y, en lo que más afecta al PP, el PSOE y Ciudadanos. El presidente quiere ganarse a los votantes de 2011 que han dejado de apoyarle en las elecciones celebradas en esta legislatura con el argumento de que su partido es el que ha traído el cambio con respecto a las políticas del pasado, y que no hay más proyecto alternativo que el de un cambio de rumbo que sólo puede traer uno o dos años de parálisis y el retroceso. El PP como símbolo de estabilidad y seguridad, incluso de experiencia en la gestión, frente a las «viejas palabras de antes», de quienes destruyeron tres millones de empleos en una legislatura y los que situaron a España al borde del rescate. «Son los mismos, vuelve el de las dos tardes y el del déficit eléctrico», sentenció apuntando contra el equipo del que se está rodeando el líder socialista, Pedro Sánchez. También repartió para el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que afeó que sólo tenga buenas palabras y nada de experiencia.

El presidente pide también ya el apoyo en las urnas con el argumento de que el trabajo para asentar la recuperación económica aún no está terminado, aunque la España de hoy no tenga nada que ver con la de 2011. «Si miramos hacia atrás veremos que se ha producido un salto gigante. Pero no es nada con respecto a lo que podemos conseguir si perseveramos», apostilló. Con insistencia volvió al mensaje de que cambiar por cambiar no tiene sentido, y que el reto al que se enfrentan los españoles en estas elecciones consiste en decidir si quieren seguir adelante y asegurar lo conseguido o «ensayar otras cosas que no se sabe qué son ni a dónde conducen». «No pregunto qué harían mis adversarios porque no lo saben. Tendrían que pactarlo». E insistió: «¿Qué pueden prometer ahora los que nos dejaron al borde de la quiebra y del rescate? O seguimos avanzando por la misma ruta de la recuperación, del empleo y la seguridad, o dejamos todo tirado y nos vamos en busca de la incertidumbre».

La política social es uno de los flancos por los que la oposición ataca con más comodidad al Gobierno y a su política. La diferencia entre la macroeconomía y cómo ésta alcanza a los ciudadanos. Rajoy no esquivará el cuerpo a cuerpo con la campaña de la oposición en este terreno. Ayer se mostró orgulloso de que la política de su Gobierno haya servido para sacar «adelante» a España sin abandonar a ningún español, «sobre todo a los más débiles, a los que les habían tocado peores cartas». «Hemos salido del agujero sin dejar a nadie abandonado», explicó.

Otro frente que ha desgastado al PP en esta legislatura es el de la corrupción. Ayer Rajoy también se mostró orgulloso de la gestión que han realizado para plantar cara a esta lacra. «En esta etapa se ha perseguido la corrupción como nunca en nuestra historia», afirmó. Al tiempo que lanzó el dardo contra el campo socialista por su fichaje de la ex diputada de UPyD Irene Lozano para el área de la regeneración democrática. «El PP no necesita fichajes de última hora que lo regeneren». El presidente, ya más como candidato de su partido a las próximas elecciones generales, se dirigió a los españoles enarbolando la bandera de que su partido tiene una trayectoria, tiene un programa de Gobierno y ofrece «un programa y seguridad». La experiencia frente al cambio por el cambio, o para volver al pasado, con lo que identifica a Ciudadanos y a Pedro Sánchez.

Rajoy también dejó varios mensajes en clave interna a un partido que afronta las elecciones con cierto desánimo ante la perspectiva de que aunque ganen, les quite el poder la alianza del PSOE con Ciudadanos. Y en el que hay nervios y tensiones no sólo por el proceso de elaboración de las candidaturas, sino también por miedo a un mal resultado electoral. Rajoy instó a los suyos a hacer valer lo que representa el PP, un partido que «nació con la democracia española, no hace un cuarto de hora, creado desde sus bases y el que ha ganado las últimas elecciones municipales».

«Presumir no va en mi carácter, pero tengo que decir que estoy orgulloso como gobernante y como español», sentenció ante sus ministros, dirigentes territoriales y la cúpula de su partido. Antes, los presidentes regionales del PP habían ido tomando uno a uno la palabra para ajustarse al mismo guión, el cierre de filas con Rajoy y con la política que enmienda el ex presidente José María Aznar.