Política

Estrasburgo

Rajoy convoca en Valladolid a todo el partido para lanzarse a por las europeas

El Comité Ejecutivo dará hoy luz verde a la Convención Nacional

Reunión del Comité Ejecutivo del PP
Reunión del Comité Ejecutivo del PPlarazon

El PP celebrará su Convención Nacional en Valladolid los días 31 de enero, 1 y 2 de febrero, según se ha hecho público en el Comité Ejecutivo Nacional del PP que preside este miércoles Mariano Rajoy.

Primera reunión del plenario de la dirección del PP bajo el ruido del debate abierto sobre la reforma de la Ley del Aborto y con difíciles retos por delante como el del problema catalán o las elecciones europeas de la primavera. En relación a estas últimas, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha terminado de deshojar la margarita sobre el candidato. Y el partido, y la cúpula del PP, esperan las noticias al respecto sin que haya habido modificaciones en las quinielas populares que manejan desde el nombre del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, hasta la posibilidad de que continúe el actual portavoz en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja. Ante el impenitente silencio de Rajoy, esta última opción había sido desterrada por la mayoría del partido, pero en las últimas semanas ha vuelto a ser sostenida con el argumento de que podría ser una estrategia por parte del jefe del Ejecutivo para contentar a los votantes más contrariados con la gestión del fallo de Estrasburgo sobre la «doctrina Parot». Mayor Oreja representa al sector más duro en materia de política antiterrorista o territorial. No obstante, Rajoy ya tiene práctica en «tumbar» las quinielas de los suyos.

En cualquier caso, lo que sí hará hoy el Comité Ejecutivo será convocar oficialmente la Convención Nacional del PP. Un cónclave que reúne al grueso de los dirigentes nacionales y territoriales y que Rajoy ha ido retrasando hasta principios de año por dos motivos. Por un lado, porque quería aproximarla a las elecciones europeas y utilizarla como plataforma para la puesta en escena de un nuevo ciclo económico con la vista puesta en limar el desgaste por la gestión de la crisis; y, en segundo lugar, ha pesado su confianza en que los meses fueran poniendo sordina al «caso Bárcenas». Rajoy estaba convencido de que en este arranque de 2014 la presión por este escándalo sería notablemente inferior a la que el PP ha tenido que soportar en algunos momentos de 2013.

Contra pronóstico, la Convención Nacional se irá a Valladolid, los días 31 de enero, 1 y 2 de febrero, después de la consulta última al presidente del Gobierno. No se celebrará, por tanto, en Cataluña, una opción manejada en las filas populares como un gesto que podría simbolizar la decisión del PP de coger por los cuernos el problema catalán. Pero en la decisión estratégica se ha tenido en cuenta que llevar este cónclave a Cataluña hubiese anulado cualquier otro debate que no fuese el que plantea la amenaza de un referéndum de autodeterminación. El desafío soberanista habría monopolizado una Convención que la dirección popular quiere utilizar para plantar cara a este problema, pero también para lavar la imagen de las siglas del PP, después de estos dos años en los que han tenido que tomar decisiones impopulares. Y para ello darán alas a un discurso centrado, principalmente, en la recuperación económica y en un mensaje esperanzador sobre el final de la crisis y la creación de empleo. En cualquier caso, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, intervendrá hoy en la Ejecutiva para validar la decisión de aumentar la presencia de la dirección del partido en Cataluña. De hecho, ya preparan un acto regional de réplica a la ofensiva soberanista, en el que está pendiente de concretarse si estará incluso Rajoy.

Y también contra pronóstico la Convención no se irá a Andalucía, otra «plaza» en la que el PP necesita tomar impulso tras el cambio de aires en la Junta de Andalucía con la llegada de Susana Díaz, y ante una situación de transición en el liderazgo regional del PP tras la etapa de Javier Arenas, referente en la política andaluza y quien aún tiene mucha impronta en la organización regional. Antes de las vacaciones de Navidad Rajoy frenó en seco esa renovación, cuando parecía que la dirección nacional, al paso de las gestiones de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, ya había optado por un nombre y un calendario. La falta de consenso al respecto obligó al presidente del Gobierno a intervenir y a pedir calma al actual presidente regional, el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido. De hecho, en un Comité Ejecutivo celebrado a finales de noviembre Rajoy pidió responsabilidad y echó tierra sobre las filtraciones oficiales respecto a las fechas y los nombres.

El Comité Ejecutivo de esta mañana llega bajo las sombras de las voces de dirigentes del Partido Popular que han matizado la reforma de la Ley del Aborto presentada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, entre otras, la de los presidentes autonómicos de Galicia y Extremadura, Alberto Núñez Feijóo y José Antonio Monago, respectivamente. Este asunto no forma parte del orden del día de la Ejecutiva, pero el turno libre de palabra deja margen para que entre éste o cualquier otro asunto de la actualidad. Casi siempre, eso sí, la polémica se prefiere dejar fuera de una reunión que aunque es a puerta cerrada, se filtra a los medios de comunicación.