Cambios en el PP

Rajoy deja la reorganización del PP en manos de sus «peones»

Cospedal queda al margen y el presidente elude ratificar su candidatura

La Razón
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Cospedal queda al margen y el presidente elude ratificar su candidatura

El Congreso Nacional del PP se celebrará finalmente los días 10, 11 y 12 de febrero en Madrid. Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante la Junta Directiva Nacional de su partido, donde también confirmó que en ese cónclave se aprobarán decisiones sobre regeneración democrática que eviten, por ejemplo, que vuelvan a repetirse prácticas de corrupción entre sus filas.

La organización del Congreso deja margen para pocas sorpresas sobre la agenda que quiere la dirección nacional. Rajoy ha optado por el camino más sencillo, el de colocar en manos de sus «peones» en Génova, los cinco vicesecretarios, la tutela de las ponencias que se debatirán en febrero. De esos documentos saldrá la posición ideológica y el nuevo modelo de partido para los próximos años. No señala a ningún dirigente territorial, ni tampoco a ningún ministro. Y él se garantiza, de esta manera, el control de unos textos que luego sí se someterán a debate de los compromisarios. En el proceso queda al margen la secretaria general, María Dolores de Cospedal, en pleno debate sobre la conveniencia de su continuidad en el cargo después de haber sido nombrada ministra de Defensa. De la ponencia de Estatutos se encargará Fernando Martínez Maíllo; Javier Maroto, de la Social; Javier Arenas, del texto económico y de Administración Territorial; Andrea Levy, de Educación, Innovación y Cultura; y Pablo Casado, de Europa. La más morbosa es la estatutaria, porque ahí entra la discusión sobre la democracia interna, por ejemplo.

Aunque en Génova anticipan ya que no trabajan con la idea de hacer cambios revolucionarios en su funcionamiento interno, es decir, en el sistema de elección de sus dirigentes. Si hubiera algo, sería un retoque que no alteraría la esencia del sistema actual. De esta ponencia de Estatutos saldrá el modelo de organización interna y la estructura de dirección del partido, en el caso de que se decidan por introducir cambios en el diseño en vigor.

Como colaboradores en la elaboración del credo ideológico figuran dirigentes territoriales, en una fórmula elegida para equilibrar el peso de las organizaciones regionales sin que tampoco haya nadie que parezca señalado por su «dedo». Se queda fuera de las ponencias la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, a la que se le concede el papel protocolario de presidenta del cónclave, en su condición de anfitriona.

Cifuentes defiende las primarias, pero desde Génova recuerdan que todos los «barones» tienen la posibilidad, reconocida en los actuales estatutos, de convocar un congreso en el que voten directamente los militantes, en lugar de que éstos elijan a los compromisarios que luego intervienen en las decisiones congresuales. Es decir, que si Cifuentes o cualquier otro presidente regional así lo deciden, puede someterse a unas primarias, según Génova. De momento, ayer quedó abierto el plazo para presentar candidaturas a la Presidencia nacional, hasta el próximo 24 de noviembre. Sólo hacen falta cien avales de militantes. Pero luego tiene que ser aceptado por el 20 por ciento de los compromisarios. Una candidatura alternativa sería hoy una gran sorpresa dentro del PP, y casi un acto de «frikis», utilizando el calificativo del sociólogo Pedro Arriola sobre Podemos.

Ayer, por cierto, a Rajoy se le preguntó por la continuidad de Cospedal como secretaria general, pero el líder popular eludió ratificarla en ese puesto con el argumento de que no es todavía el momento de anunciar su candidatura. La «número dos» había apostado, en su toma de posesión como ministra, por su continuidad como secretaria general, unas declaraciones que generaron sorpresa y malestar dentro de su organización política. Y que tampoco fueron bien entendidas en medios militares. Y ayer el presidente del Gobierno no avaló esa posición, sino que dejó el mensaje de que no es el momento de abrir este «melón».