Rajoy: «El Estado de Derecho no se somete a chantaje»

Casi al mismo tiempo que el ex tesorero del PP Luis Bárcenas «disparaba» acusaciones contra la dirección popular ante el juez Pablo Ruz, que antes, por cierto, había filtrado convenientemente a través del diario «El Mundo», Rajoy rompía ayer su silencio en La Moncloa. En la comparecencia conjunta con su homólogo polaco, Donald Tusk, el jefe del Ejecutivo se defendió de las acusaciones de Bárcenas con la rotunda afirmación de que «el Estado de Derecho no se somete a chantaje». Cambio de 180 grados en la estrategia con la que el Gobierno y el PP afrontan la amenaza de Bárcenas: no sólo le han tachado de «delincuente», sino que insinúan la existencia de «presiones» y reconocen un intento de «chantaje» por parte de quien ha estado durante más de 20 años en la sala de máquinas del partido.

La defensa de Rajoy frente a las acusaciones de Bárcenas fue apelar al Estado de Derecho, reivindicar la independencia del Poder Judicial y garantizar el trabajo sin presiones de la Fiscalía, de la Agencia Tributaria o de la Policía Judicial. A su juicio, lo único que demuestran los SMS que ha filtrado Bárcenas es que ni ha habido ni va a haber presiones a la Justicia ni a la Administración Tributaria ni a ningún otro escalón administrativo que esté implicado en este proceso. Y como prueba de ello apeló al hecho de que las personas encargadas de investigar –fiscales, juez, policías o personal de la Agencia Tributaria– son las mismas que antes de que el PP ganara por mayoría absoluta las pasadas generales. «Estamos en una democracia seria y las instituciones no se someten al chantaje. A las pruebas me remito» enfatizó el presidente.

El Estado de Derecho no se somete a chantaje. La Justicia, Policía Judicial y admón. tributaria seguirán actuando con absoluta independencia

Mariano Rajoy ha utilizado hoy su cuenta en Twitter para divulgar el mensaje que ha dado en la rueda de prensa

Con todas las miradas centradas en sus explicaciones, y bajo la demanda mayoritaria de la oposición para que comparezca en el Parlamento, Rajoy dejó un segundo mensaje: el de que no piensa dimitir y que seguirá garantizando la estabilidad institucional. Tiene una mayoría absoluta que le sirve de freno al cerco en el Parlamento. Y ayer, rotundo, subrayó que el gran valor que tiene España en estos momentos es su estabilidad institucional y que él la va a defender cumpliendo con el mandato para el que le eligieron los españoles.

Rajoy es el presidente con más poder de la historia de la democracia, porque así lo quisieron los ciudadanos en las distintas consultas electorales. Pero también atraviesa uno de los momentos políticos más complicados a los que se ha tenido que enfrentar un presidente del Gobierno en esta etapa democrática. Su decisión es seguir aguantando sin moverse de la posición que adoptó hace un par de semanas cuando Bárcenas, antes de entrar en la cárcel de Soto del Real, puso en marcha su operación para poner contra las cuerdas al Gobierno y, sobre todo, a él personalmente. Y esto quiere decir que no va a añadir nuevas explicaciones a las ya dadas y que tampoco va a contestar a las acusaciones que le ha formulado Bárcenas, ahora ya en sede judicial. Ayer se le preguntó, por ejemplo, por la acusación del ex tesorero ante el juez Ruz de que le hizo entregas efectivas de dinero a él y a la secretaria general del PP entre 2008 y 2010. Y también si mantenía que no cobró sobresueldos y que no ha habido financiación ilegal dentro de su partido. «No voy a entrar en detalles ni en polémicas con nadie. Cuando tenga algo que decir lo diré, igual que lo he hecho hoy», respondió.

Desde su entorno se esforzaron ayer en trasladar un mensaje de tranquilidad. Sostienen que el «momento es duro», y que como tal lo está viviendo el presidente del Gobierno. Pero que él está convencido de que debe resistir porque el tiempo acabará «apagando el fuego». La razón principal que esgrimen en Moncloa es que se demostrará que no hay responsabilidades penales del PP ni por el caso de los supuestos sobresueldos ni tampoco por la financiación. «Bárcenas no va a poder demostrar ninguna de sus acusaciones ante el juez. Ha perdido el control de su defensa y sus mentiras, dirigidas por algunos comparsas, se volverán en contra de todos ellos», aseguran.