Andalucía
Rajoy garantiza a Díaz que no dará financiación extra a Cataluña
La presidenta andaluza apeló a la neutralidad para no apoyar a Sánchez
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, explicó ayer que tiene el compromiso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de instar al Ministerio de Hacienda a solventar la devolución de los 426 millones de euros que debe Andalucía al Estado por la aplicación de los fondos de convergencia. La dirigente andaluza se entrevistó en La Moncloa con el jefe del Ejecutivo. Una reunión no extensa, de una hora escasa, y a la que se presentó con su carta de reivindicaciones para su comunidad autónoma. Entre otras, la de analizar conjuntamente los proyectos en los que Andalucía puede conseguir financiación de la Unión Europea (UE) a través del «plan Juncker». Este plan movilizará 315.000 millones de euros en los próximos años, y Díaz quiere que el Gobierno de Rajoy luche para que 13.000 millones vayan a su tierra.
En la conversación también salió a relucir el caso catalán, y según aseguró Díaz en la comparecencia posterior, tiene el compromiso de Rajoy de que la ofensiva independentista catalana no se saldará con un pacto bilateral con Artur Mas para privilegiar financieramente a Cataluña en perjuicio de los demás territorios. Es decir, que el presidente le trasladó que no romperá la igualdad entre los españoles ni el principio de solidaridad territorial. «Me creo a Rajoy», aseguró la dirigente socialista, bajo la advertencia de que si no cumpliese su palabra, entonces se colocaría enfrente de él. Este discurso en privado del presidente del Gobierno coincide con la línea argumental de su mensaje público en relación a este asunto.
Sí hablaron de Cataluña, pero no del jefe de la oposición, Pedro Sánchez. Aunque la presidenta de la Junta tuvo que contestar a insistentes preguntas sobre su relación y su apoyo o no apoyo al secretario general de su partido. Primero se le interrogó por las palabras de Rajoy en el Parlamento en las que le criticó duramente y dijo que prefería a Alfredo Pérez Rubalcaba. Susana Díaz se colocó de perfil con el argumento de que ella no entra a valorar la dialéctica parlamentaria. Ni una palabra, por tanto, en defensa del líder socialista ante las andanadas de los populares.
Ante la insistencia de las preguntas, su manera de quitarse presión fue apelar a la neutralidad que mantuvo el verano pasado en la elección de Pedro Sánchez como líder de su partido. Esa misma neutralidad es la que mantendrá ahora ante las primarias del próximo año en las que «quien quiera presentarse puede hacerlo». «No voy a contribuir al ruido», indicó. «No quiero que mi partido se distraiga en cuestiones internas porque la gente lo está pasando muy mal. Este país no está para que este partido esté distraído», añadió. Con el debate sobre el liderazgo del PSOE abierto en canal, en buena parte por los movimientos internos que lo alimentan mediáticamente, la presidenta de la Junta, muy consciente de la situación, no se movió. Ni un paso hacia delante, pero tampoco ningún paso atrás. «Soy la presidenta de Andalucía. Y tengo que defender los intereses de todos los andaluces, de los que me han votado y de los que no me han votado», precisó, antes de indicar que por eso, en el ejercicio de su responsabilidad, habrá ocasiones en las que tendrá que discrepar de su partido. Dicho esto, también puntualizó que el secretario general del PSOE siempre tendrá su apoyo porque «soy una persona de partido».
Por cierto, el nuevo portavoz adjunto del Gobierno, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, se estrenó ayer en el cargo. Él se encargó de explicar las impresiones del Ejecutivo respecto a esta reunión con la presidenta de la Junta andaluza. Mostró su perfil moderado, técnico, con conocimiento de las materias de las que habla, y sin polemizar. En una línea muy parecida a la de Soraya Sáenz de Santamaría.
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