Elecciones generales

Rajoy mantiene a Alonso pero no asciende a Villalobos

Recupera el discurso sobre los riesgos de los «adanes» y de las «viejas políticas de la miseria»

María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy y Fernando Martínez Maíllo, ayer, durante la reunión de la junta directiva nacional
María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy y Fernando Martínez Maíllo, ayer, durante la reunión de la junta directiva nacionallarazon

Recupera el discurso sobre los riesgos de los «adanes» y de las «viejas políticas de la miseria»

Una reunión de trámite de la junta directiva nacional del PP formalizó ayer la aprobación de las coaliciones electorales con las que Mariano Rajoy se presentará a las generales del 26-J. Las aguas internas corren en calman a la espera de que las urnas confirmen o no sus expectativa de mejorar los resultados de diciembre. Sin debates internos que se visualicen, y sin voces discrepantes que hagan ruido en público, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no tiene a día de hoy obstáculos que le impidan dedicar todos sus recursos a marcar los acentos de su mensaje electoral.

Ayer, centró el juego en presentar estos comicios como una elección entre la moderación, la seriedad y las políticas del crecimiento o caer en las «políticas radicales, pasadas de tiempo y que sólo producen miseria». O el PP o un Gobierno de izquierda «radical». Rajoy recupera la crítica a los «adanes» y también el mensaje sobre los riesgos que para la estabilidad y el crecimiento se derivan de votar otras opciones distintas a su partido, incluido Ciudadanos. La actualización del discurso de Rajoy a la nueva campaña incluye las justas novedades. Y lo mismo sucede con su programa, que sólo incorporará algunas propuestas de las convenciones celebradas durante estos meses. En cuanto a las listas, se confirma también la continuidad. Las únicas rectificaciones afectan a los huecos que dejan las caídas de José Manuel Soria, ex ministro de Industria y Energía, por su relación con los «papeles de Panamá»; de Pedro Gómez de la Serna, que tuvo que pedir la baja en el Grupo Popular en el Congreso como diputado por Segovia y pasarse al Mixto por sus negocios en el extranjero; y del «número uno» por Málaga, José Manuel García Urbano, alcalde de Estepona, y que renuncia al Parlamento porque su plaza de registrador de la propiedad es incompatible con el escaño. Celia Villalobos ha estado pugnando por conseguir ese puesto de «número uno» por Málaga, una batalla que ya dio en las elecciones de diciembre y que entonces perdió. Fue de «número dos» de esa candidatura y seguirá en ese puesto. De nuevo pierde el pulso. La nueva dirección regional ha defendido la renovación para liberarse de algunos históricos del PP andaluz. El debate que ha acompañado a la continuidad del ministro de Sanidad en funciones, Alfonso Alonso, como «cabeza de lista» por Álava parece que se salda a favor del criterio del ministro, partidario de continuar en el Congreso, aunque en el partido dan por hecho su candidatura a la Lendakaritza en otoño.

La cercanía entre las elecciones y la proclamación de la candidatura ha hecho que dentro del partido surjan voces que señalen la inconveniencia de que Alonso repita al Congreso para tener que cubrir su baja de manera inmediata. Al ministro le apetece lo justo dedicarse en exclusiva a la política vasca, pero la situación no le deja apenas margen. La lista por Madrid es siempre la última que se perfila y ahí está habiendo presiones para subir de puesto a Mari Mar Blanco, hermana del concejal asesinado por ETA. Fue el 20-D en el 14 de la lista al Congreso por Madrid, pero se quedó sin escaño por la caída del PP. Esto frustró los planes de que sirviera como símbolo de la cercanía del PP a las víctimas del terrorismo. También está en el aire si se recupera a Ignacio Cosidó, director general de la Policía, como senador por Castilla y León, puesto que está sin cubrir. Ayer Rajoy sentenció que en estas elecciones sólo hay dos opciones: moderación y cordura para afianzar la recuperación económica, o incertidumbre e inseguridad. Y valoró que las elecciones son una oportunidad para tomar una buena decisión en beneficio de los intereses generales. El PP las plantea como una segunda vuelta con respecto a diciembre. En ese sentido, llaman a que se juzgue lo que han hecho C’s y PSOE en estos meses. El líder popular incidió en reivindicar la experiencia frente al debate entre la vieja y la nueva política, y frente a sus principales adversarios, que se reivindican por su juventud y por no tener una trayectoria tan amplia en política. «Hay algunos líderes de partidos que piensan que con ellos empezó todo, que son los primeros hombres puestos por Dios en la Tierra y que nada bueno hubo antes que ellos», ironizó.

Rajoy urge machaconamente a los votantes a que no olviden la posición que ha mantenido cada partido en la legislatura fallida que salió del 20-D, y confía en arañar voto útil de ese balance.Y, ya clave de programa, los cinco ejes serán los que ha defendido en la negociación postelectoral: crecimiento, políticas sociales, unidad de España, defensa de los derechos y libertades y reformas institucionales. De la corrupción sólo dijo que tendrán que ser más eficaces.

Continuidad en las listas del PP

Celia Villalobos optaba por el puesto de García Urbano como número uno por Málaga, pero seguirá como número dos.

Alfonso Alonso seguirá en el Congreso de los Diputados, a pesar de que se da por hecho su candidatura a lendakari en otoño.

Mari Mar Blanco podría subir de puesto: fue en el número 14 de la lista por Madrid, pero se quedó sin escaño por la caída del PP.