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Rajoy no remodelará su Gobierno si se va Guindos

La candidatura se oficializa el miércoles, pero no dejará la cartera hasta tener el cargo, que aún no ha sido pactado.

Luis de Guindos, en una imagen de archivo
Luis de Guindos, en una imagen de archivolarazon

La candidatura se oficializa el miércoles, pero no dejará la cartera hasta tener el cargo, que aún no ha sido pactado.

Mariano Rajoy mantiene su confianza en su Gabinete y en su «núcleo duro» ni siquiera prevén que el presidente aproveche «excusas» como la candidatura del ministro de Economía, Luis de Guindos, a la Vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE) o las elecciones autonómicas y municipales del año que viene para hacer cambios sustanciales en su equipo de ministros. Rajoy no cree que ésta sea la solución para tomar impulso y refrescar su imagen después del desastre de su partido en las elecciones catalanas ni tampoco cree que sea la fórmula para corregir la falta de iniciativa política que han criticado desde su formación después de que el PP haya dejado incluso de tener grupo propio en el Parlamento catalán.

El jefe del Ejecutivo ya pasó por situaciones parecidas en la anterior legislatura y según aseguran en su círculo en Moncloa sigue sin compartir la opinión de que las crisis de gobierno le pueden servir para reforzar su imagen. Rajoy habla con dirigentes de su partido y también escucha voces de fuera, y sabe que circulan críticas a la acción de alguno de sus ministros y a su falta de pulso político, como también a su política de comunicación. Está enterado, asimismo, de que dentro de su partido hay quienes creen que ha faltado empuje y que se ha dejado que Ciudadanos (Cs) les siga comiendo demasiado terreno. El presidente «escucha pero no va a aplicar decisiones drásticas ni en el Gobierno ni en la dirección de su partido».

Ante la incógnita sobre las consecuencias que podría tener en el equipo económico del Gobierno la marcha de Luis de Guindos al BCE, Rajoy ha optado por apurar el plazo para presentar su candidatura, que finaliza el próximo miércoles. El debate técnico apunta a si es obligado o no que abandone el Ministerio sólo con su candidatura, más la realidad es que Guindos no es partidario de dejar el Gobierno salvo que tenga amarrado el cargo en el BCE, y eso no está de momento nada seguro. Todo se mantiene bajo un hermetismo absoluto, tanto que el pasado viernes se le preguntó al portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, y ni siquiera confirmó que el nombre que estaba sobre la mesa era el de Guindos, pese a que hasta en Europa sólo cuentan con esa candidatura. Méndez de Vigo se limitó a precisar que España presentará un candidato.

Aunque ahora finaliza el plazo para comunicar esas candidaturas, el nombre del designado se conocerá en la próxima reunión de los ministros de Finanzas del euro, prevista para el 19 de este mes. Y el acuerdo formal se adoptará en el Consejo Europeo del 22 y 23 de marzo.

Si finalmente se produjera la salida del actual ministro de Economía, sobre Rajoy crecerán las presiones para que afronte una remodelación más amplia del Gobierno. Pero esta opción está completamente descartada en su núcleo duro. Podría ser que no hubiera comunicado nada en su entorno, pero la previsión con la que trabajan en Moncloa es que de confirmarse, Rajoy haga ahora sólo un ajuste de piezas en el equipo económico. En cualquier caso, aunque sólo sea una pieza es una decisión importante, ya que Guindos le acompaña desde la pasada legislatura en su acción económica. Si bien hay que tener en cuenta que Rajoy nunca ha querido darle el rango de vicepresidente, en un gesto que simboliza su decisión de ser él quien tiene la última palabra en las decisiones de más calado. Y en la comisión delegada de Asuntos Económicos ha sido él quien ha tomado partido ante las diferencias del ministro de Economía y de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Rajoy no va a romper en ningún caso el equilibrio económico dentro de su Gabinete, en el que él ocupa la cumbre de la pirámide, y lo que barajan en el Gobierno es que si hubiera que cubrir ese puesto, el presidente optara por alguien de fuera, con perfil técnico. Guindos tiene en contra las reticencias a que a esa alta responsabilidad del BCE llegue un ministro en ejercicio porque eso afecta a la imagen de independencia de la institución, y también las presiones del Parlamento Europeo para que se nombre a una mujer para reducir el desequilibrio de género.

Si ahora no habrá en ningún caso remodelación amplia del Gobierno, la hipótesis de que la haga cuando lleguen las elecciones autonómicas y municipales la manejan en el partido, pero suena menos certera en Moncloa. En el PP sí dan aire a la tesis de que si la situación está apurada con el partido de Albert Rivera, en plazas decisivas, como la Alcaldía de Madrid, Rajoy podría tirar de alguno de sus ministros. En el entorno del presidente, sin embargo, son más escépticos cuando se les pregunta por esa posibilidad.

Al presidente del Gobierno «no le gustan los experimentos», sostienen las fuentes consultadas. Prefiere la «estabilidad» y en «Moncloa la vicepresidencia es un pilar difícil que sea movido para probar suerte en otro sitio», apuntan ante quienes airean la hipótesis de que saltara Soraya Sáenz de Santamaría para competir electoralmente en los comicios del próximo año. En cualquier caso, estas previsiones se sostienen en la afición por lo previsible del presidente del Gobierno, porque si algo ha demostrado hasta ahora es que las decisiones no las adopta hasta el último momento, y tampoco anticipa antes sus planes.