Bruselas
Rajoy no renuncia ante Merkel a que Cañete sea comisario en la UE
La reunión de ambos mandatarios hoy en Santiago sella la buena sintonía entre los Gobiernos. La canciller, al presidente: «Usted sí que está en el buen camino». En Berlín tranquiliza el carácter serio del presidente
La visita se cerró hace un par de meses, pero se venía fraguando mucho antes. Angela Merkel ha sido siempre una gran admiradora de Galicia y albergaba el deseo de recorrer un trecho del Camino de Santiago. Así se lo había comentado la propia canciller al presidente del Gobierno español en algunos consejos europeos. «Usted sí está en el buen camino», le había dicho a Mariano Rajoy en varias ocasiones, al alabar su paquete de reformas económicas. Fue entonces cuando la viceportavoz del Ejecutivo alemán, Christiane Wirtz, se puso en contacto con La Moncloa para ultimar el viaje, que se decidió encuadrar una semana antes del treinta de agosto, fecha de la Cumbre negociadora para la elección de los altos cargos en la UE. Además, el equipo de Rajoy la consideró ideal, dado que el presidente finalizaba estos días su estancia veraniega en Galicia.
Los dos mandatarios tienen una excelente sintonía personal. Según fuentes diplomáticas germanas, «en Berlín tranquiliza mucho el carácter de Rajoy es un hombre serio y de palabra». Además, ambos comparten una gran afición, el senderismo. El presidente español es un avezado caminante, práctica que ha incrementado tras olvidar su pasión de toda la vida, su inseparable puro habano. Desde que dejó de fumar, sus paseos son más intensos y largos, como ha demostrado este verano en la Ruta del Agua y de la Piedra, el frondoso sendero hasta el Monasterio de Armenteira. «Hay días que se ha hecho catorce kilómetros de una tacada», dicen algunos dirigentes del PP gallego que le han acompañado y le han visto en plena forma. «Es un todoterreno», afirma uno de ellos, compañero de veranos gallegos desde hace muchos años.
La canciller alemana no se queda atrás. Es también una consumada caminante por las montañas del Tirol alpino, donde acude a menudo a la localidad austriaca de Kitzbühell, uno de los lugares más hermosos para perderse en silencio. En las dos delegaciones hispano-alemanas, que bien se conocen por tantas reuniones europeas, coinciden en que ambos dirigentes comentan en momentos de descanso esta afición. Y fue en el último Consejo celebrado en Bruselas cuando Merkel le dijo a Rajoy una frase que conjuga el símil deportivo y político: «Ya sabe usted Presidente, que quien bien anda, bien gobierna». A lo que Rajoy asintió con su habitual ironía gallega. Así se cerró la decisión de recorrer juntos varios kilómetros de la universal e histórica Ruta Jacobea.
Pero la admiración por Galicia de la señora Merkel no acaba aquí. Círculos alemanes acreditados en España explican que la canciller conoce bien la obra de la insigne escritora gallega, Emilia Pardo Bazán, en especial su papel como ensayista y periodista. Pardo Bazán fue una adelantada a su tiempo, viajó por toda Europa, hablaba perfectamente inglés y alemán, y plasmó estas crónicas en «El Imparcial». Defensora de la mujer, introductora de la novela realista en España y seguidora del naturalismo de Emile Zola, otro de los escritores favoritos de Merkel, según el cual la biología determina el carácter. La extensa obra de la escritora gallega ha sido objeto de análisis por dos profesoras americanas de Literatura, una de ellas de origen alemán, Lauren Weiner y Margaret Shepard. Al parecer, Merkel los ha leído en inglés, idioma con el que se entiende con Rajoy. Ella lo habla con un marcado acento germánico, mientras el presidente español es más británico, fruto de las horas que practica con sus dos hijos, sobre todo el mayor, un bilingüe perfecto con varios años de estudios en el Reino Unido.
De manera que unidos por el Camino y la autora de «Los Pazos de Ulloa», la mujer que manda en Europa y el presidente español serán peregrinos de lujo. A solas, sin autoridades y con una discreta escolta, según acordaron ambos equipos. Merkel había expresado su deseo de recorrer el Camino con la mayor intimidad posible, por lo que el recibimiento oficial se limita a los actos públicos. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el alcalde de Santiago, Agustín Hernández, y el arzobispo Julián Barrio, son algunos de ellos. La canciller, de religión luterana, quería visitar la catedral, el camarín del Apóstol y admirar el «botafumeiro», en uno de los más imponentes templos de la cristiandad.
Al margen del cariz privado, la visita tiene un fuerte contenido político. El próximo día treinta, se renuevan los altos cargos europeos y todo apunta a que el ministro español, Luis de Guindos, será presidente del Eurogrupo. Un puesto de enorme poder económico en la UE, que Rajoy intenta que compagine con su puesto en el Gobierno hasta finalizar la Legislatura. En esto y en la elección del comisario correspondiente a España es esencial el apoyo de Alemania. En los últimos días, el nuevo presidente europeo, el luxemburgués Jean Claude Juncker, se mostró partidario de una Comisión paritaria, es decir, con mayor presencia de mujeres, lo que fue interpretado como un rechazo a la candidatura de Miguel Arias Cañete.
En este sentido, comenzó a circular el nombre de Pilar del Castillo, ex ministra de Educación y una mujer muy sólida en el Parlamento Europeo, donde lleva diez años. Sin embargo, fuentes de Moncloa y del PP insisten en que Rajoy mantiene su apuesta y total apoyo a Arias Cañete, a quien le costó mucho abandonar su Ministerio de Agricultura. «Rajoy no le va a dejar ahora tirado», aseguran. Por ello, el respaldo de Angela Merkel para una Comisaría de peso económico, tal como desea Rajoy, es vital, dado que en las decisiones definitivas en Europa vienen marcadas por la República Federal.
En este sentido, dirigentes del PP gallego afirman que Mariano Rajoy «se va a volcar» con la canciller y que intentará convencerla para su apoyo también hacia Arias Cañete. «Si le gusta tanto Galicia, habrá que ponerle unas zamburiñas y una buena empanada delante», opinan en el partido, sobre las viandas de la tierra que probará Merkel en su encuentro bilateral con el presidente español, en el incomparable marco de la Plaza del Obradoiro de Santiago y tras esa buena caminata por un tramo de la Ruta Jacobea. Como bien le dijo al presidente español, andar es bueno para pensar y gobernar. A buen seguro que Rajoy no dejará pasar esta oportunidad. Y como dicen en Galicia, en Compostela todo es posible. Hasta las decisiones políticas más difíciles.
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