Rajoy no revalida a Mayor para la UE y reabre el debate sobre el cambio de Gobierno

Deja la puerta abierta a recuperarle para otro puesto mientras Cañete vuelve a ser el «mejor situado» para las europeas

La hipótesis de un cambio de Gobierno, consecuencia de la candidatura del PP para las elecciones europeas, cobró ayer fuerza entre los populares una vez que se confirmó que el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, no cuenta con el ex ministro Jaime Mayor Oreja para que por tercera vez concurra como candidato en los comicios al Parlamento Europeo del mes de mayo. «No es la única opción aunque hoy parece más factible que ayer, pero el presidente puede haber decidido otro encaje de piezas», precisaban anoche en el entorno de Rajoy. Esto deja un escenario en el que ya no sólo en el partido, sino también en el entorno del presidente, se señala al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, como el mejor situado en las «quinielas». «Es la salida más previsible, pero la decisión es de Rajoy», advertían en Moncloa con cautela. Y Rajoy sigue sin deshojar la margarita, al menos en público.

La noticia trascendió a través de un protocolario comunicado en el que por deseo de Jaime Mayor, acordado con Rajoy, se vistió como una «renuncia» del actual portavoz europeo a repetir por un mandato más como cabeza de lista en el Parlamento Europeo. Una formalidad detrás de la que se esconde una realidad más compleja y que se ha concretado de esta manera después de que ambos mantuvieran varias conversaciones. Jaime Mayor sabía que no tenía las mismas posibilidades de repetir como candidato que hace cinco años. Su relación con Rajoy se ha ido enfriando, mezclándose con una creciente desconfianza por las dos partes, lo que ha dejado al ex ministro fuera del círculo de confianza del presidente.

Con la renovación que Rajoy impuso en el PP en el Congreso de Valencia de 2008, para «sobrevivir» políticamente después de su segunda derrota en unas elecciones generales, del «viejo PP», el más vinculado con la etapa de José María Aznar, sobrevivieron pocos, entre ellos el ex ministro vasco o Javier Arenas, actual vicesecretario de Política Autonómica. Junto con el propio Rajoy, también un «pata negra» del partido.

En el comunicado que ayer difundió Génova se explica que el pasado 9 de enero tuvo lugar un encuentro entre Rajoy y el jefe de la Delegación Española del Grupo Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, en el que éste «trasladó al presidente su opinión de que no debería repetir como cabeza de candidatura en las elecciones europeas próximas». Los dos acordaron que la noticia se haría pública en las siguientes semanas, «en el momento en el que se considerase oportuno, salvo que Mayor Oreja modificara su posición», precisa la nota. Añade que el pasado día 24 Mayor Oreja telefoneó al presidente para ratificarse en su decisión, acordando ambos que se haría pública esta semana tras una conversación con la secretaria general, María Dolores de Cospedal.

En este comunicado, el PP agradece «profundamente» a Jaime Mayor «su trabajo, esfuerzo y dedicación durante tantos años», con un desempeño «ejemplar y de gran eficacia» en el ejercicio de las distintas tareas y funciones que le han sido encomendadas. Mayor Oreja seguirá en el partido y presidirá la Delegación Española durante el periodo que resta hasta el final de la Legislatura. La afirmación de Rajoy de que «Mayor Oreja sigue con nosotros y estoy convencido de que seguirá en la actividad política» dio ayer pábulo a las especulaciones sobre la posibilidad de que le «recupere» para otra alta responsabilidad. No es descartable, pero esa salida encierra bastantes dificultades y depende de lo que quiera el ex ministro, que lleva tiempo aireando que no se siente cómodo con la política de Rajoy, especialmente la territorial y la antiterrorista.

En los próximos meses habrá movimientos autonómicos y siempre queda la opción del Gobierno o un puesto internacional. A Rajoy no le interesa romper de un día para otro con lo que significa el político vasco. Un hombre de Aznar, que representa al ala más dura del PP en materia de política antiterrorista. Un dirigente histórico y un referente entre las víctimas. Pero su discurso ha ido chocando cada vez más con el de la dirección nacional, sobre todo a partir del Congreso de Valencia. «Hay que ser leal y no jugar a contracorriente por detrás», señalaba ayer un alto cargo del «nuevo PP».