Rajoy prepara nuevas medidas económicas para el Debate sobre el Estado de la Nación

El Gobierno trabaja en la reforma fiscal y también en nuevas medidas para dar un impulso a los signos de recuperación económica. Algunas de estas nuevas iniciativas empezarán a conocerse en la Convención Nacional, que se celebrará a principios de febrero, y el Debate sobre el Estado de la Nación actuará como otra caja de resonancia.

El principal debate político tendrá lugar en el primer trimestre del año, coincidiendo, en tanto la agenda lo permita, con la fecha en la que se celebró el año pasado, a finales de febrero. Así lo dejó entrever ya el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la recepción que tuvo lugar en La Moncloa con motivo de las fiestas de Navidad.

La estrategia en la que trabaja el Gobierno va orientada a acompañar los indicios de recuperación de «buenas noticias tangibles» que sirvan para dar solidez al mensaje más optimista y que ayuden también a alimentar la confianza exterior e interior.

El nuevo año político va a estar condicionado por la evolución económica y también por el problema catalán. En relación a lo primero, en el Gabinete de Rajoy están convencidos de que el ritmo de la recuperación va a «romper» todos los pronósticos. Y en cuanto a lo segundo, las decisiones y el discurso lo irán ajustando al alcance de los movimientos que ejecuten tanto la Generalitat catalana como su presidente, Artur Mas.

En tramitación parlamentaria entrarán en este curso político cuestiones «calientes», como son la reforma de la Ley del Aborto, pero también otros paquetes de medidas que el Gobierno popular confía en que le sirvan para mejorar su imagen y para congraciarse con la ciudadanía.

Es el caso, por ejemplo, de la nueva regulación de la actividad de los cargos públicos o en materia de financiación de los partidos políticos. Estas dos medidas forman parte del plan de regeneración democrática que Rajoy anunció el pasado febrero, en el Debate sobre el Estado de la Nación. El curso de 2013 comenzó marcado por la tensión que alcanzó el «caso Bárcenas», una situación que en el PP creen que no volverá a repetirse. «El problema sigue estando ahí; y tendrá sus altos y sus bajos, pero lo peor ya ha sido superado. Bárcenas no puede hacernos más daño del que nos ha hecho en el pasado», sostienen en la dirección popular.

Al margen de la evolución judicial de este delicado asunto, Rajoy seguirá un camino en el que la economía constituirá el núcleo de su discurso y de su acción. Incluso en la estrategia para afrontar las próximas elecciones europeas. El presidente cree que dos años después de llegar al Gobierno su política le ha permitido dar la vuelta a la situación, de tal manera que la crisis deje de ser una rémora para su Gobierno para convertirse en un argumento a utilizar en la batalla electoral bajo las credenciales de que su gestión empieza a dar frutos positivos y a dejar atrás la «etapa oscura» del Gobierno de Zapatero.