Rajoy reforzará la reunión autonómica que veta Puigdemont

Revisará la Conferencia de Presidentes, que convoca para mediados del mes de enero

La Conferencia de Presidentes autonómicos marcará el arranque del nuevo año. La agenda autonómica, con la tramitación de sus Presupuestos, y las fiestas navideñas han llevado a mediados de enero la convocatoria de la cumbre territorial con la que se comprometió el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, tras tomar posesión de su cargo.

Rajoy también está en minoría en el reparto del poder territorial, después de que las elecciones autonómicas y municipales de 2015 dejaran al PP fuera de muchos gobiernos. Y la agenda está marcada por temas tan relevantes como la reforma del modelo de financiación, la política social o las obligaciones que se derivan de los compromisos de España con Bruselas. El orden del día final de esta cumbre está pendiente de negociación, pero ésas son las bases con las que trabajan en Moncloa. El objetivo del Gobierno es revisar también el funcionamiento de este órgano de cooperación multilateral, que se puso en marcha en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero. Todas las convocatorias han tenido parecido balance. Una sucesión de discursos, sin que sus resoluciones hayan concluido en decisiones ejecutivas concretas. Es decir, el valor ha sido más discursivo y de escaparate, para que cada presidente autonómico presentase su agenda de agravios, o para utilizarla como elemento de oposición al Gobierno. Con el justo alcance práctico de los acuerdos y discusiones que le han ido dando contenido. La última se celebró en 2012, y concluyó en un documento de compromiso con la consolidación fiscal y el cumplimiento de la senda de déficit fijada por Bruselas. En esta nueva etapa sin mayoría absoluta el Ejecutivo quiere darle una nueva dimensión y enfoque para que deje de ser un acto protocolario y ocasional. Además de que se convoque anualmente. Un giro de 180 grados con respecto al valor que se le dio en la anterior Legislatura.

«Creo que PP y PSOE, con visión de Estado, podemos trabajar juntos para que la Conferencia sea ese elemento clave que necesita la arquitectura institucional en un Estado descentralizado como el nuestro», explicó la vicepresidenta, ministra de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales. Este esfuerzo conjunto al que apeló Sáenz de Santamaría tiene enfrente el obstáculo de la negativa del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a participar en ese órgano multilateral. Exige una relación bilateral con Madrid, de Estado a Estado, como reza el argumentario secesionista. Pero también el lendakari, Íñigo Urkullu, ha insinuado que no acudirá a esta cumbre autonómica, y con la misma justificación. La exigencia de una relación bilateral con Madrid.

La vicepresidenta hizo este anuncio sobre la convocatoria a mitad de enero de la Conferencia de Presidentes ante el Pleno del Senado, y en respuesta a una pregunta planteada por el portavoz del Grupo Socialista, Vicente Álvarez Areces. El nuevo curso estará, en todo caso, muy condicionado por la negociación sobre la financiación autonómica, una vez que este jueves el Gobierno resuelva con las comunidades la discusión sobre el techo de gasto del próximo ejercicio y respecto a la nueva senda de déficit que exige la Comisión Europea.