Rajoy reúne a todos sus barones para calmar la tensión por Cs

El presidente dejará la agenda del encuentro del próximo lunes abierta para que cada uno «hable de su libro».

Rajoy ha convocado a todos sus dirigentes regionales, incluidos los presidentes autonómicos, a un almuerzo de trabajo el próximo lunes en Madrid. Una cita fuera de los órganos del partido, como el Comité Ejecutivo o la Junta Directiva Nacional, y del más alto nivel porque además de los dirigentes territoriales también estarán en la comida de trabajo la secretaria general y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el coordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo. Además de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Y los otros vicesecretarios del partido, Arenas, Maroto, Levy y Casado.

Lógicamente en el orden del día entrará la financiación autonómica, después de que haya vencido el plazo para que Hacienda pusiera en marcha la reforma del sistema. Ahora están a la espera de ver si hay un nuevo Gobierno de la Generalitat que acepte, a diferencia del anterior, participar en la negociación multilateral. El gesto de reiterar esta oferta de vuelta a la normalidad se considera obligado, y luego ya dependerá de la actitud de ese nuevo Ejecutivo catalán, si llega a conformarse. Cataluña es una pieza fundamental en el sistema de financiación por su peso económico, pero en esta legislatura la Generalitat, presidida por Puigdemont, decidió salirse de la negociación para revisar el modelo dentro de su escalada rupturista. Rajoy también tiene pendiente convocar una Conferencia de Presidentes, en la que el problema del agua o el del envejecimiento de la población tendrán que tener su hueco. Pero en este asunto ocurre igual que con la financiación, que antes de dar un paso adelante están a la espera de ver por dónde sale la negociación independentista para formar un nuevo gobierno.

Ahora bien, más allá de problemas pendientes y que afectan a todas las comunidades, y ahí también entra el hecho de que tengan sus Presupuestos parados porque no hay acuerdo sobre las cuentas nacionales de 2018, el objetivo de esta reunión es, dicho informalmente, «hacer amigos». Rajoy deja la agenda abierta para que cada uno de sus dirigentes territoriales se desahogue tranquilamente y cuente sus preocupaciones e inquietudes. Para que cada uno hable de su «libro» y esta especie de terapia conjunta sirva para calmar tensiones y nervios por la situación política, la presión creciente de Ciudadanos (Cs) y la manera que tiene el presidente del Gobierno de gestionar sus «tiempos».

El líder del PP ya respondió en un primer movimiento con una reunión oficial de la dirección nacional en la que intentó pasar página del desastre electoral de su partido en Cataluña con el anuncio de una agenda de movilización y actos de partido. Pero las encuestas siguen agitando las aguas internas, aunque, al mismo tiempo, nadie dude dentro de la organización política de que Rajoy no va a modificar su hoja de ruta, en la que admite haber pasado al contraataque tras el 21-D.