Elecciones Generales 2016

Rajoy volverá a ofrecer a PSOE y Ciudadanos la gran coalición

Rajoy volverá a ofrecer a PSOE y Ciudadanos la gran coalición
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Han pasado más de cinco meses desde la celebración de las últimas elecciones generales, pero Mariano Rajoy mantiene el mismo criterio sobre el rumbo político que debería tomar España tras el fin del bipartidismo. «Yo no soy una persona que cambie de opinión fácilmente ni que vaya contra mis propios actos. Lo que le conviene a España es un pacto a cuatro años claro y conocido por el conjunto de la opinión pública», afirmó ayer el presidente del Gobierno en funciones durante el coloquio celebrado al término de su intervención en las jornadas del Círculo de Economía en Sitges (Barcelona).

Ni las conversaciones frustradas durante este año ni los ensayos de pactos de PSOE y Ciudadanos han modificado la postura del político conservador, que sostiene que España debería seguir el ejemplo de Alemania y Austria y apostar también por una gran coalición entre populares y socialdemócratas, a la que también invitaría C’s. «No hacerlo sería una auténtica insensatez», dijo.

Preguntado por la posibilidad de que simplemente se deje gobernar a la lista más votada –una opción que defiende el Círculo de Economía para superar el bloqueo político–, Rajoy dijo inicialmente que le parece «muy bien», aunque de inmediato subrayó las debilidades de este modelo. «Dejar gobernar a alguien con ciento y pico escaños, los que sean, se puede, pero es muy difícil», admitió. Y en este punto cuando apostó por alcanzar pactos para acometer las reformas que sean necesarias y por «aparcar» todo aquello que no sea consensuable.

A lo largo de su intervención, muy centrada en analizar el rumbo macroecónomico de España en los últimos años, Rajoy evitó criticar en todo momento a PSOE y a Ciudadanos. En cambio, descargó un duro ataque contra dos de los estandartes de la órbita de Podemos, las alcaldesas Manuela Carmena y Ada Colau. A ambas las acusó de «dañar la economía». A la primera, por paralizar en Madrid las operaciones Chamartín y Campamento; y a la segunda por suspender en Barcelona las licencias para nuevos hoteles y por oponerse a cubrir la ronda de Dalt, entre otras cosas. «La demagogia barata hace mucho daño a la economía», dijo.