Rebajan las entradas de la selección catalana ante la falta de interés

Artur Mas regresa hoy de cuatro días de receso con un acto público en la agenda que liga perfectamente con sus planes soberanistas para la nueva legislatura que acaba de comenzar. Tras componer el gobierno autonómico y reivindicar en su mensaje de Fin de Año que una Cataluña independiente vivirá mejor, Mas se tomó un descanso que acaba hoy con una nueva instantánea envuelto de banderas independentistas.

El motivo no es otro que el partido Cataluña-Nigeria, que esta tarde se celebra en el estadio de Cornellà-El Prat, donde lo de menos es el deporte y lo que importa, la reivindicación. «Como cada año, el partido de la selección catalana de fútbol será una fiesta dentro y fuera del terreno del juego. El momento político y social que vive el país hace prever que este año la reivindicación de los aficionados se hará sentir más que nunca y, por este motivo, la Plataforma ProSeleccions Esportives y la Assemblea Nacional Catalana han preparado diversos actos para reclamar la libertad de Cataluña», explican los organizadores.

Han previsto una pancarta de más de 150 metros cuadrados con el lema «2014: Catalonia Europe's next state», en sintonía con la manifestación del 11 de septiembre y de preparación para el referéndum de autodeterminación que el presidente de la Generalitat quiere realizar dentro de dos años.

Pero los mismos organizadores temen un pinchazo de público porque la selección catalana de fútbol nunca ha gozado del tirón de equipos como el Barça, y han puesto en marcha una campaña de venta de entradas rebajadas. Ofrecen descuentos de un 30% para todas las zonas de este «estadio cuatro estrellas», que tiene una capacidad para 40.500 espectadores, además de un ahorro en la comisión de gestión para los autocares que vayan al encuentro. También ofrecen tres camisetas para sortear en cada autocar para reivindicar la campaña «Cataluña en el Mundial Brasil 2014», una aspiración de la Plataforma ProSeleccions Esportives y la Generalitat, que necesita del beneplácito de la federación nacional, según una reciente sentencia del TC en respuesta a la ley catalana de selecciones deportivas.

La campaña de descuentos se suma a una anterior ya puesta en marcha por los organizadores, que preveía rebajas del 25 por ciento para las entradas vendidas antes del 26 de diciembre y bonificaciones especiales del 30 por ciento para clubes y federados. La organización ha tenido que pedir disculpas por el «error informático» que provocó problemas en la venta anticipada.

La pasada semana, Mas se reunía con el presidente de la Federación Catalana de Fútbol, Andreu Subies, para dar un empujón visual –el económico llega cada año a modo de subvención– al partido de la selección que capitanea por última vez Johan Cruyff como seleccionador y que quiere ser una llamada sobre «los beneficios de la independencia para el deporte catalán».

El año pasado, acudieron unas 30.000 personas al encuentro, que tuvo lugar en el Estadio Lluís Companys, con capacidad para 56.000. Y no quieren que se repita la imagen de gradas vacías, sobre todo, después de que el propio Mas firmara el pasado octubre un acuerdo con la Plataforma ProSeleccions Esportives, que también rubricaron los presidentes del FC Barcelona y el RCD Espanyol, creando gran malestar sobre todo en buena parte de los seguidores del equipo blanquiazul.

Más de 16 millones para las federaciones con selección

La Federación Catalana de Fútbol recibió el primer trimestre del año pasado de la Generalitat 327.100 euros, según se desprende de la resolución del Diario Oficial (Dogc) del 5 de diciembre. Se trata de la punta del iceberg de un entramado de subvenciones a las federaciones deportivas que en el citado periodo entregó por valor superior a los 16 millones. Entre los destinatarios figuran tanto las federaciones que no pueden competir a nivel internacional, como las que sí han sido reconocidas. En este segundo bloque hay deportes como el korfball (144.130 euros), inventado en Holanda sobre una tradición sueca, o el Pitch and Putt (76.800 euros), copia del golf nacida en los años 20 del siglo pasado.