Rechazo de los partidos a la CUP por intentar boicotear al Rey

Parece que el boicot de Mireia Boya que, en nombre de la CUP, ha pretendido organizar contra Felipe VI no ha tenido demasiado éxito.

Parece que el boicot de Mireia Boya que, en nombre de la CUP, ha pretendido organizar contra Felipe VI no ha tenido demasiado éxito. Hasta el socio del partido, Carles Puigdemont, ha considerado «lamentable» que los radicales secesionistas hagan política con el atentado perpetrado en Barcelona y no acudan a la manifestación organizada por el gobierno catalán y el ayuntamiento este sábado en señal de repulsa hacia el terrorismo. Incluso Poble Lliure, organización que forma parte de la CUP, ha dicho que participará, aunque sí ha aprovechado la ocasión para señalar al Rey como «culpable» de los atentados. Ni más ni menos. Por su parte, la Casa del Rey no confirma la asistencia del Monarca. A las 18:00 horas, la marcha arrancará en los Jardinets de Gracia bajo el lema «No tengo miedo» y finalizará en la plaza de Cataluña. La alcaldesa de la ciudad, Ada Colau, ha zanjado el órdago de la CUP dando la bienvenida a todo el que quiera acudir y ha anunciado que serán los policías, comerciantes y sanitarios que contribuyeron en la masacre del pasado jueves quienes encabezarán la manifestación. «Yo estoy dispuesta a ir en la cola», aseguró.

Una marcha que ya cuenta con la confirmación de Susana Díaz, y la ausencia de Cristina Cifuentes al «no ser invitada».

Puigdemont se sumó a las críticas por el sectarismo de la CUP, que también alcanza al Gobierno, por considerarlo, junto con la Jefatura del Estado, «imagen de un imperialismo económico que ha financiado a los autores del atentado». El dirigente catalán ha pedido al partido que se «replantee» su postura excluyente. «Todo el mundo debe estar en la manifestación». Otros no han sido tan moderados, como el eurodiputado del PP Carlos Iturgaiz, quien se alegró de la posible ausencia de los representantes de la CUP en la marcha, ya que así «no olerá a basura». Para el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, es «absolutamente despreciable» que la formación radical trate de «hacer una utilización política». Partidos como ERC y Podemos también se han sumado a las críticas, aunque con matices. Junqueras encontró que su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, rechaza que el Rey encabece la marcha, y el portavoz de Podemos en el Senado, Ramón Espinar, echó en cara «las relaciones con gobiernos que amparan el terrorismo».