
Cloacas
La revuelta por los "fontaneros" se enquista en el PSOE y Moncloa
Montero pide que se llegue hasta el final mientras Page cree que la solución no es "recluirse, ni cinco ni treinta días"

El desgaste del PSOE –y por extensión, del Gobierno– era ya más que evidente, pero las grietas que aparecían eran pocas y se trataban de controlar. Sin embargo, el caso de la «fontanera» Leire Díaz ha golpeado con fuerza y ha sacudido los cimientos de un partido de por sí debilitado. Porque lo que antes eran rumores, voces internas críticas aisladas y pequeños toques de atención de los socios, ahora empiezan a ser figuras autorizadas que claman por depurar responsabilidades y, sobre todo, piden contundencia, incluso con amagos de adelanto electoral ante una situación difícil de gestionar. Porque el expediente informativo abierto a Díez no parece suficiente para acallar las críticas.
Eso sí, de fondo, y para amortiguar el golpe en público, mantienen el mantra de que todo es una conspiración para derrocar al Gobierno. Y eso pese a que los avances judiciales y de las diferentes investigaciones empiezan a anular ese argumento. En este sentido, la última en pronunciarse al respecto ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien ayer hizo equilibrios entre esas dos posturas.
Por un lado, insistió en la necesidad de «contundencia y transparencia», al tiempo que aseguraba que hay que llegar hasta el final ante la posibilidad de que se haya producido «alguna conducta irreprochable e irregular». Acto seguido, volvía al discurso clásico de acusar al PP de infundir «bulos, mentiras», y divulgar «toda clase de posiciones» para «agredir» al Gobierno de España. De hecho, criticó que al Ejecutivo le «pidan explicaciones de cosas que no han ocurrido», cuando acababa de apuntar que deben investigarlo.
Respuesta tipo para no desentonar
Una línea similar, aunque menos clara, siguió, por ejemplo, el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, quien apuntó que cuando se conozca «la verdad que hay detrás de todo», su partido actuará en consecuencia. Eso sí, también se agarró a los «montajes» para evitar hablar más sobre el asunto.
Una respuesta tipo esta última que durante el día de ayer repitieron varios miembros del Ejecutivo, como la ministra de Ciencia, Diana Morant, o el de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
Y eso es lo que menos gusta en el seno del PSOE, el silencio, sobre todo el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su falta de relato para responder a las críticas de la oposición y la realidad, más allá de las excusas de ataques de la derecha para acabar con su Ejecutivo. Tanto en este caso como en los que acechan a su mujer, a su hermano o a su partido.
Elecciones frente a la "agonía"
De ahí que dos de los socialistas más críticos, como el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, o el expresidente de Aragón Javier Lambán hayan abierto ya, aunque con la boca pequeña, el melón de un adelanto electoral para acabar con lo que tachan de «agonía».

De hecho, el primero insistía ayer en que la solución a una política que considera está «muy enferma» no es la de «recluirse ni cinco ni 30 días», en clara referencia al tiempo de reflexión que se tomó Pedro Sánchez por la investigación contra su esposa Begoña Gómez. Es más, después de haber entreabierto esa puerta a la convocatoria de elecciones, instó a aplicar el «sentido común» y el «recuerdo de la España que ha funcionado», poniendo como ejemplo el pacto PSOE-PP en su comunidad para sacar adelante el Estatuto de Autonomía de la región. Así, afeaba en cierto modo los pactos con independentistas y nacionalistas que tienen secuestrado al Gobierno.
Y mientras, los socios también aprovecharon para alzar la voz. Por un lado, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, Yolanda Díaz, aseguró, tras su silencio inicial, que casos como el de Leire Díez «no son compatibles con la democracia». Al mismo tiempo, la titular de Sanidad, Mónica García, instó al PSOE a «ser contundente con los casos de sospecha», investigar, tomar medidas y asumir responsabilidades. «En Más Madrid no tenemos ‘‘fontaneros’’, sino tejedores», ironizó.
✕
Accede a tu cuenta para comentar