Casa Real

El Rey cumple con la tradición y acude a venerar al Cristo de Medinaceli

Muy sonriente, ha saludado a los fieles en el interior y en el exterior mientras le brindaban vivas

Por segunda vez desde que asumió la Jefatura del Estado, Don Felipe ha visitado hoy la basílica de Jesús de Medinaceli, en el centro de Madrid, para venerar la imagen del Cristo coincidiendo con el primer viernes de marzo, cuando miles de personas acuden para besar la célebre talla de madera.

La anterior vez que acudió al templo fue en 2008, y al igual que en esta ocasión lo hizo solo, sin la Reina. La última vez que los Reyes estuvieron juntos fue en 2004, dos meses antes de su boda y a pocos días de que tuvieran lugar los trágicos atentados del 11 de marzo.

La visita del Rey a la basílica, situada en las proximidades del Congreso de los Diputados, se ha prolongado durante más de media hora. Justo después de este acto, Don Felipe presidirá la entrega de becas de la Fundación Iberdrola que contribuyen a la excelencia en la formación de jóvenes, dotándolos de un alto grado de cualificación que les facilite el acceso al primer empleo.

Don Felipe ha llegado en torno a las diez de la mañana. Con el escapulario colgado al cuello, ha bajado del coche y ha saludado a todos los devotos que se encontraban en el exterior. Como cada vez que llega algún miembro de la Familia Real, el Monarca fue recibido por los padres capuchinos. Una vez en el interior del templo, al llegar ante la imagen del Cristo, se ha inclinado para besar su pie, como manda la tradición, y se ha santiguado. Tras compartir unos momentos con los hermanos y firmar en el libro de honor, Felipe VI ha abandonado el templo.

Antes de marcharse ha querido agradecer de nuevo las muestras de apoyo aproximándose a los devotos, que móvil en mano, inmortalizaron la visita del Monarca. Salió de la basílica entre vivas el Rey y vivas a España y conversando con muchos de los fieles. En todo el momento, muy sonriente, se ha parado y fotografiado con los devotos. En total, el Monarca ha estado en once ocasiones en la basílica del Cristo de Medinaceli. En esta ocasión, Don Felipe acude a solo unos meses de que se cumpla el décimo aniversario de su reinado y el veinte aniversario de su matrimonio con Doña Letizia. También a la salida, el Monarca ha saludado a todos los fieles congregados en el exterior, que le regalaron vivas y gritaban de la emoción.

La imagen del Jesús Nazareno tiene una curiosa historia a sus espaldas. La talla que custodian los capuchinos se talló en la primera mitad del siglo XVII por encargo de los duques de Medinaceli y se trasladó a Marruecos para culto de los españoles. Allí la robaron, pero después de cuarenta años en manos de los musulmanes los padres capuchinos pudieron recuperarla en 1682.