El Rey se vuelca con la sociedad civil catalana

La frecuente presencia del Rey en Cataluña responde a la firme voluntad del Jefe del Estado de atender las numerosas peticiones de los responsables de la sociedad civil catalana para que don Felipe participe de sus actividades y dé así un valor añadido a los actos que presida. A pesar de los absurdos desaires de algunas de las autoridades del gobierno de la Generalitat, que prefieren no estar presentes en los saludos iniciales al monarca, pero no rechazan sentarse a la mesa con él en una cena oficial o seguir el recorrido por el lugar visitado, la bienvenida cordial de empresarios, autoridades municipales y organizadores de eventos de trascendencia internacional compensan a don Felipe por su decisión de acudir a Cataluña.

Es el caso de la visita de este principio de semana a Barcelona para presidir tres actos de calado para la sociedad catalana. El primer movimiento del Rey fue un exhaustivo recorrido por las instalaciones del Salón Alimentaria 2024, una plataforma que lidera dentro y fuera de España la industria de la Alimentación, la Gastronomía y la Hostelería. Los responsables de esta industria han querido mostrar al jefe del Estado el proceso de digitalización de la gestión y la automatización de los procesos que les han colocado a la cabeza del sector en los mercados internacionales. Su interés es hacer partícipe a la primera autoridad del Estado de cómo se está llevando a cabo el profundo proceso de renovación de un sector económico muy importante para el desarrollo de la Comunidad Autónoma catalana.

La segunda actividad del Rey en Barcelona ha sido dar su apoyo a los nadadores que han conseguido medallas en los Campeonatos Acuáticos de 2024 de Europa, en Eindhoven y Croacia, así como en el Campeonato del Mundo en Doha. Las pruebas de estos medallistas son determinantes para poder participar en los Juegos Olímpicos de París de este verano.

Para completar la jornada en la capital catalana, don Felipe entregó el premio Reino de España a la trayectoria empresarial al cofundador y presidente de Mango, Isak Andic, que ha logrado convertir su empresa de moda en una de las multinacionales de España más importantes del sector. Sus más de dos mil quinientos establecimientos repartidos en 115 países da empleo a más de 14.000 empleados. La multinacional logró hace dos años un récord histórico de ventas de 2.668 millones de euros.

Los galardones han llegado ahora a su octava edición y el fallo recae en las personas que han contribuido con sus negocios al desarrollo económico y social de España. Sus organizadores, Círculo de Empresarios, Cercle dÉconomia y Círculo de Empresarios Vascos han contado desde el primer momento con el respaldo de la Casa Real a la hora de convocar unos premios que gozan de un gran prestigio tanto en España como también en los países del extranjero, ya que se trata de distinguir a líderes de empresas que han contribuidos a la mejora de su entorno y al bienestar social, al crear numerosos puestos de trabajo.

Para los responsables de los premios Reino de España es de vital importancia contar con el apoyo de la institución de la monarquía ya que contribuye a la mayor visualización de la labor que desarrollan y que se conozca mejor desde el punto de vista mediático. Y por parte del rey Felipe, el colaborar a la difusión del trabajo de los empresarios es una de las misiones que cumple con más agrado, consciente de que reconocer la labor de los líderes empresariales forma parte de sus responsabilidades como representante de la Corona española.