
El periscopio
El ridículo internacional del «sanchismo»
El bochorno de que España haya sido excluida de la cumbre organizada por Estados Unidos para abordar la guerra y negociaciones de paz en Ucrania causa estupor en las cancillerías europeas

«Hablará muy bien inglés, pero nadie en el mundo entiende lo que dice». La frase corresponde a varios diplomáticos europeos acreditados en Madrid, anglosajones y nórdicos, de vacaciones en estos días por la costa gaditana.
El bochorno de que España haya sido excluida de la cumbre organizada por el vicepresidente de Estados Unidos, J.D.Vance, para abordar la guerra y negociaciones de paz en Ucrania causa estupor en las cancillerías europeas.
Vance citó a Francia, Alemania, Italia, Finlandia y Polonia en un lugar del Reino Unido y se olvidó por completo del Gobierno español. Tampoco en el comunicado final de la UE. Nada extraña esta ausencia en un cónclave de seguridad exterior dados los últimos desencuentros de Pedro Sánchez contra la presidencia republicana de Donald Trump.
España se ha negado al incremento militar del 5 % impuesto por la OTAN, la adjudicación de contratos a la china Huawei levanta ampollas en la Casa Blanca y la retirada de contratos de aviones de defensa norteamericanos es la gota de colma el vaso. Si añadimos la errónea política en el conflicto de Gaza y los varapalos sufridos desde Europa por la falta de transparencia en asuntos de corrupción, revelan una fragilidad enorme de nuestro país en el ahora convulso escenario internacional. «España está jugando con fuego», avisa un embajador de dilatada solvencia.
Naturalmente, esto no le importa lo más mínimo al gran líder. Ante la próxima reunión de Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska, se mire por donde se mire todo un triunfo de imagen para el mandatario ruso, ha roto su silencio en el acorazado «búnker» de La Mareta para telefonear al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski. Prietas las filas que aquí estoy yo, le habrá dicho Pedro Sánchez al líder ucraniano ante el mayor desdén a nuestro país que se recuerda.
Un ridículo en toda regla que desde La Moncloa intentan paliar con la imagen del presidente español en Downing Street, los primeros días de septiembre, con el premier británico, Keir Starmer. Una operación maquillaje orquestada como disfraz de una situación ya insostenible de este Gobierno. «Olvídense, él quiere seguir y a los separatistas y la izquierda radical les interesa que siga», dicen en sectores diplomáticos alarmados por la situación española.
Mientras España entera arde consumida por los incendios, el caos ferroviario es inaudito y el conflicto migratorio estalla, Sánchez y sus ministros guardan un vergonzante silencio. La España peor gestionada desde la Transición se consume entre la desesperación de unos ciudadanos desatendidos bajo unos servicios nunca vistos y el yugo de unos impuestos salvajes y despóticos. El «sanchismo» en estado puro.
Ante la ferocidad de los incendios que asolan la geografía nacional, ¿dónde están el ministro de Agricultura, Luis Planas, o esa vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagensen? Parece que uno en las playas de Nerja y la otra en San Fernando, Cádiz, donde hizo una visita con la alcaldesa de la localidad. Frente al caos ferroviario, trenes paralizados y viajeros rompiendo las ventanillas, ¿qué hace el tuitero por excelencia, el ministro del ramo, Óscar Puente? Se le ha visto en Altea, Alicante, en jornadas de ocio olvidando a las víctimas de la DANA en esa tierra.
Con la imagen dantesca de los emigrantes en los cayucos que arriban a las costas Canarias, ¿aparece por algún lado el abrasado titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska? Y, ¿acaso le preocupa al ministro de Cultura, Ernest Urtasun, el incendio de la mezquita-catedral de Córdoba, patrimonio mundial de la Unesco? No, recordemos que Andalucía está gobernada por Juan Manuel Moreno Bonilla, un presidente del PP que ha dado un giro espectacular de gestión económica a la tierra de la corrupción de los ERES socialistas durante más de treinta años.
Nadie da la cara, bajo el síndrome del silencio sepulcral de La Mareta. Solo interrumpido por la valenciana Diana Morant, en una utilización torticera con acusaciones al PP del intento de suicidio del ex comisionado de la DANA, José María Ángel Batalla. Menuda desfachatez cuando ha sido el PSOE quien desató la caja de los truenos de los currículums contra la madrileña Noelia Núñez y se les llena la boca, día a día en la Asamblea de Madrid, de llamar asesina a la propia presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso.
Europa y el escenario internacional son unas de las grandes bazas con las que juega el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. La última intervención de Dolors Montserrat en la sesión plenaria del Parlamento Europeo marca un antes y un después. Nunca un miembro de la Eurocámara había sido tan duro como la portavoz y secretaria general del Partido Popular Europeo. «España está secuestrada por un autócrata», clamó la eurodiputada, al tiempo que exigía en nombre de la UE su dimisión y convocatoria de elecciones generales por los escándalos de corrupción que van a más.
En las últimas semanas, a través de Montserrat, Feijóo ha contactado con muchos líderes europeos con la vista puesta en un fin de ciclo. Hasta Génova13 llegan numerosos mensajes de embajadas y organismos internacionales de gran preocupación por la situación española. Feijóo pasa unos días en Galicia, pero en permanente contacto con todo su Comité Ejecutivo, en especial con el secretario general, Miguel Tellado, con quien analiza a diario los temas de actualidad.
Ha pedido informes sobre la posición de las economías mundiales para rebatir las mentiras de los datos esgrimidos por Pedro Sánchez que, de momento, no tiene, ni sabe cuándo presentará unos Presupuestos Generales del Estado. Su hoja de ruta no descansa. Pero deberá espabilar ante las jugadas de un presidente en estado crítico. Como bien dijo Tellado, un animal malherido es altamente peligroso. Y en política, como aseveró Winston Churchill, nunca des por amortizado al adversario hasta tener su cabeza en el banco de la derrota
✕
Accede a tu cuenta para comentar