Elecciones generales
Rivera cree que «quien gane debe formar Gobierno» y no se descarta para presidirlo
Albert Rivera no teme a los cara a cara. No en vano, ganó la liga de debate universitario a nivel nacional y en campaña está dispuesto a demostrarlo. Después de su participación en el debate informal que mantuvo el domingo en La Sexta junto a Pablo Iglesias se mostró «satisfecho» por haber podido exponer en qué consiste el programa de Ciudadanos y cómo se pueden aplicar y pagar sus propuestas.
El líder de Ciudadanos anunció que el cara a cara en «Salvados» no será el único sino que hasta cuatro televisiones privadas le han propuesto participar en debates con los candidatos de otros partidos a la presidencia del Gobierno ya sea entre dos, tres o cuatro. En todos los casos Rivera aseguró ayer que su respuesta ha sido «sí, sí y sí», «sin condiciones», aunque matiza que pone una: que los demás candidatos «den la cara». Además, volvió a mostrarse dispuesto a encabezar un futuro Gobierno de España en el que el «diálogo» será la base fundamental.
Para Rivera, que presidió ayer en Madrid la reunión del Comité Ejecutivo de la formación naranja, «cualquiera de los formatos será válido». Considera que comienza una etapa nueva en la política en donde ya no vale «ampararse en el silencio» ni intentar «esconderse» de los demás rivales, ni tampoco los debates «encorsetados». A pesar de que se enfrentó con el líder de Podemos, subrayó que las encuestas cada vez apuntan con más fuerza que el partido se juega a tres, pero subrayó que él no excluye a nadie y «hay que ser muy respetuoso con los rivales». «Si se quiere hacer un debate a quince, si se puede hacer, iremos», pero hay partidos que tienen la opción de gobernar España y otros no, «y algunos ni siquiera quieren a España», incidió. En cuanto al buen clima en el que se desarrolló con Iglesias y la posibilidad de que este trato cordial entre ambos posibilitara futuros acuerdos destacó que «es bueno que en política las formas se respeten», pero eso no tiene por qué reflejarse en acuerdos parlamentarios que en muchos de los casos tendrán que forjarse entre más de dos partidos.
Rivera reiteró que no hay que dar nada por hecho ante el 20-D. En cuanto a quién debería llamar el Rey para proponerle formar gobierno, dijo que él no es quién para decirle a Felipe VI lo que debe hacer y recordó que en España se llama al partido más votado, algo que le parece «sensato», aunque advierte de que esta vez podría no representar al 75 por ciento de los votantes y puede que el más votado sólo tenga en torno a un 25 por ciento de los sufragios y para gobernar se necesita alcanzar una maoría parlamentaria con «diálogo, cintura y tendiento puentes».
Sobre si pondría de condición a Mariano Rajoy o a Pedro Sánchez la supresión del concierto vasco y el cupo navarro para llegar a un acuerdo de gobierno o respaldar su investidura, dijo que su propuesta sobre financiación autonómica tiene un corte federal y no abordarlo no tendría sentido.
El presidente de Ciudadanos, dijo sentirse «bastante cómodo» con el modelo que rige la relación entre Iglesia y Estado en España y que no se plantea cambiarlo, aunque abogó por eliminar ciertos «privilegios» económicos.
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