Rubalcaba amenaza con romper los acuerdos con la Santa Sede

Lo dijo en su primer discurso tras ganar el 38 Congreso Federal del PSOE, lo reiteró cuando el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, dio a conocer las primeras pinceladas de la reforma de la Ley del Aborto y lo repitió ayer, esta vez a cuenta de la Ley Wert. Alfredo Pérez Rubalcaba amenaza de nuevo con revisar «de forma irreversible» los acuerdos con la Santa Sede. «Y que no se lo tomen a broma», advirtió antes de subrayar que si el PSOE cuestiona hoy el Concordato, lo hará ya siempre y lo revisará cuando llegue otra vez al Gobierno.

Todo esto lo afirmó de forma solemne en la convención de Oviedo en la que los socialistas discutían un documento base sobre una nueva arquitectura institucional y en el que no hay ninguna alusión al Concordato o los acuerdos de la Santa Sede.

Pero Rubalcaba acusó al PP de cambiar las reglas del juego y de plantear reformas ideológicas en materia educativa, por lo que llamó a los editores a que «no cambien los libros de texto» porque la reforma del ministro José Ignacio Wert, auguró, «va a durar muy poco».

Esta vez, y para aquellos que le acusan de decir una cosa en la oposición y hacer otra en el Gobierno, advirtió que «ni es una broma ni es una pataleta» y que se siente legitimado para volver a los 80 porque es a los 80 es donde pretende el PP «llevarnos con sus contrareformas».

Así que de confirmarse lo que para él es un «retroceso» en la legislación sobre el aborto y la educación, los socialistas, esta vez sí, plantean el combate directo con la Iglesia porque lo que plantea el PP es un cambio profundo de nuestro modelo de convivencia similar al de la reforma laboral. Y, en opinión del secretario general del PSOE, con la nueva ley de Educación, objetivamente, «la Iglesia ha ganado».

Y por eso Rubalcaba preguntó al ministro, José Ignacio Wert, «¿qué tiene que ver la calidad de la educación con que la Religión puntúe como cualquier otra asignatura para conseguir una beca o para acceder o no a determinada carrera universitaria?».

Luego, explicó que a él le gusta el modelo francés de enseñanza religiosa, donde al acabar las clases obligatorias «el que quiere se queda y estudia religión», porque dijo respetar las creencias de cada cual y el papel de la educación.

Sin embargo, recordó que gobernó muchos años con otro modelo porque era el que generó consenso, justo el que ahora «se rompe» con la reforma de Wert.