Caso Bárcenas

Rubalcaba convoca de urgencia a su Ejecutiva para analizar a fondo el caso

La Razón
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El PSOE rechaza las explicaciones de Cospedal y no descarta acciones legales

No llegó ni de lejos al extremo de la izquierda minoritaria, que salió rauda a pedir la dimisión del presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones. Pero Alfredo Pérez Rubalcaba considera también el asunto de extrema gravedad. Hablamos, claro, de los apuntes contables del ex tesorero del PP que atribuyen a la cúpula del partido el cobro de sobresueldos en dinero negro. El secretario general del PSOE, que aguardó hasta que diera explicaciones públicas la secretaria general del PP, fue el más cauto de cuantos portavoces salieron a la palestra. Aun así exigió que sea el presidente del Gobierno quien comparezca para dar respuesta a dos preguntas: una, si cobró o no sobresueldos; y dos, si lo hizo «en negro o en blanco». Mariano Rajoy se juega, a juicio del jefe de la oposición, su prestigio en un asunto que, además de afectar al PP, «implica directamente al presidente del Gobierno».

El secretario general del PSOE califió de «crítica» la situación del país tras la última entrega del «caso Bárcenas» porque ha generado una «auténtica alarma social que el PP debe disipar». «La gente –añadió– no habla de otra cosa. De ser cierta, la información implica directamente al presidente y eso eleva el nivel de alarma social y la gravedad». No bastan, a juicio de la dirección socialista, las explicaciones que dio Cospedal porque no resultan «creíbles ni suficientes», menos después de que el presidente del Senado, Pío García-Escudero, admitiera la veracidad de uno de los apuntes que aparecen en las notas de Bárcenas. Para el secretario general del PSOE, el caso de los presuntos sobresueldos es una derivación del «caso Gürtel» y por eso los socialistas no descartan emprender nuevas acciones legales, ya que están personados en la causa. Para el secretario general de los socialistas, la situación generada es de tal «gravedad» que España «está en las portadas de los grandes periódicos del mundo» y, por tanto, ya no es «el buen nombre del PP» el que está en juego, sino el del presidente del Gobierno. Antes de tomar cualquier decisión legal, Rubalcaba quiere consultarla con el núcleo duro de su Ejecutiva, al que ha reunido mañana en sesión urgente y extraordinaria, pero también quiere escuchar primero las explicaciones de Rajoy.

El líder del PSOE aprovechó también para pedir una vez más la dimisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, después de que el ex tesorero del PP reconociera que se acogió a la amnistía fiscal para regularizar parte de los 22 millones de euros que llegó a poseer en cuentas suizas. «No sé a qué espera para dimitir; no sé cuánto tiempo más tenemos que esperar para que se vaya porque la amnistía permitió que gente cuyo dinero fue ganado ilegalmente lo blanqueara. ¿Tiene credibilidad o legitimidad moral Montoro para pedir a los ciudadanos que paguen sus impuestos?», señaló.