Viaje oficial

Pedro Sánchez insta a China a no aceptar la guerra y ni el proteccionismo porque representa "una vuelta al pasado"

En el foro económico de Boao, el jefe del Ejecutivo español señala que "España es uno de los mejores lugares de Europa para invertir y hacer negocios"

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha participado en la inauguración de la reunión anual del Foro de Boao para Asia, en la isla de Hainan. Poco después de que el primer ministro chino, Li Qiang, describiera a Pekín como un ancla de la paz mundial y apuntara a Occidente por perseguir un "choque de civilizaciones", Sánchez defendió en su discurso la cooperación internacional en torno a la guerra de Ucrania, al comercio y el cambio climático.

En su intervención, hizo un repaso a los retos a los que se enfrenta la humanidad en la actualidad, subrayando "la brutal e ilegal" agresión de Rusia contra Ucrania y recordando que la guerra está provocando "una grave crisis humanitaria, inseguridad alimentaria, inflación y creciente endeudamiento en un número cada vez mayor de países vulnerables".

Asimismo, recordó que situaciones como la actual requieren actores responsables y constructivos, y destacó que España, como país fiable y abierto, es uno de ellos. Señaló la próxima Presidencia de la UE y el hecho de que España no sólo forme parte de la comunidad iberoamericana, sino que sea miembro activo de todas las grandes organizaciones y foros multilaterales, avalan esta posición.

"Es esencial reconstruir la confianza a través del diálogo, la solidaridad y la cooperación", dijo, felicitándose por la intensificación de los contactos diplomáticos de las autoridades chinas con líderes de todo el mundo. "Refleja un alto grado de responsabilidad, y queremos contribuir a estos esfuerzos", prosiguió, reiterando la necesidad de seguir tendiendo puentes y aumentando la confianza mutua.

Sánchez apuntó que España apoya un orden internacional "basado en reglas y en la importancia de mantener un comercio libre, equilibrado y justo en aras de la estabilidad y la prosperidad". De hecho, según el líder socialista, “un mundo fragmentado y dominado por tendencias proteccionistas representa una vuelta al pasado".

Subrayando la posición geopolítica ideal de España, un sector privado vibrante y robusto, una infraestructura digital y física de clase mundial, una mano de obra altamente cualificada y una energía limpia asequible, Sánchez describió su país como “uno de los mejores lugares de Europa para invertir y hacer negocios".

Para el jefe del Ejecutivo la modernización de China y el crecimiento de Asia han aportado beneficios a todo el mundo y afirmó que tanto Asia como Europa han prosperado juntas durante siglos y pueden seguir haciéndolo.

Este aludió a las "nuevas realidades" a las que se está adaptando Europa en un contexto de cambio constante y se refirió a la necesidad de acelerar el Pacto Verde para liderar la lucha contra el cambio climático, abandonar la dependencia del gas y el petróleo y construir una nueva base industrial verde y digital.

Para el socialista, China y la UE, como grandes mercados y entidades geopolíticas "deben competir en algunos sectores y cooperar en otros". En este sentido, explicó que Europa "seguirá defendiendo sus valores, principios y puntos de vista, a los que no renunciará, manteniendo una perspectiva independiente y con plena conciencia de nuestros objetivos, intereses y prioridades".

España y China celebran este año el 50 aniversario de sus relaciones diplomáticas. El presidente destacó la óptima evolución de esta relación en términos comerciales, recordando su importante expansión, que casi se ha duplicado entre 2017 y 2022, pasando de 32.000 millones de euros a 57.700 millones de euros.

Por otra parte, destacó que las empresas españolas y chinas son a menudo "competidoras", pero al mismo tiempo son también "socias en el desarrollo de proyectos de infraestructuras en los sectores del transporte, la energía y la sanidad, no sólo para Eurasia, sino para todo el mundo". Citó como ejemplo las recientes inversiones de grandes grupos constructores chinos en empresas de ingeniería españolas, que están creando oportunidades para el desarrollo de proyectos conjuntos en América Latina.

Por ello, el mandatario reiteró la importancia de seguir profundizando en esta cooperación "beneficiosa para ambas partes", subrayando que la relación debe basarse en el "respeto a la soberanía" de cada país. "Esto significa garantizar la plena reciprocidad entre los socios y proporcionar un marco regulatorio estable que permita a las empresas nacionales y extranjeras competir en igualdad de condiciones. Las relaciones entre Europa y China tienen por delante un amplio margen de cooperación y debemos seguir siendo socios económicos y más allá", añadió.

La participación de Sánchez en el citado Foro económico se enmarca en una visita oficial que incluirá a su vez tres reuniones con cada una de las tres principales autoridades estatales chinas: El presidente Xi Jinping, el Primer Ministro Li Qiang y el Presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji.

El viernes, se convertirá en el tercer dirigente europeo que visita al líder chino desde que estalló la pandemia, tras el canciller alemán y el presidente del Consejo Europeo a finales del año pasado. En palabras de Sánchez, la guerra en Ucrania será un punto clave en sus conversaciones con Xi. "Es importante entender de primera mano su posición sobre la paz en Ucrania y hacerle saber que serán sus ciudadanos quienes establezcan las condiciones de paz", declaró a los medios la semana pasada. Sin embargo, su retórica en el Foro de Boao ha adoptado un tono más neutral y cooperativo.