Elecciones generales

«Sánchez no prepara un equipo ganador sino que le respalde si pierde»

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), junto a la presidenta del PSOE, Micaela Navarro (i), la secretaria de Igualdad, Carmen Montón (i), el secretario de Organización y Acción Electoral, César Luena (2d), y el secretario de Reformas Democráticas, Ximo Puig (d), al inicio de la reunión del Comité Federal.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (c), junto a la presidenta del PSOE, Micaela Navarro (i), la secretaria de Igualdad, Carmen Montón (i), el secretario de Organización y Acción Electoral, César Luena (2d), y el secretario de Reformas Democráticas, Ximo Puig (d), al inicio de la reunión del Comité Federal.larazon

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pide a las nuevas incorporaciones «trabajar duro y con ejemplaridad».

Silencios, ausencias y caras largas. Este fue el panorama que rodeó ayer el Comité Federal del PSOE que, a pesar de cambiar de escenario -no se celebró en la sede de Ferraz como es habitual-, no fue capaz de deshacerse de la polémica que acompaña a este tipo de reuniones. Esta vez no fue el liderazgo de Pedro Sánchez lo que se ponía en cuestión, sino lo desacertado de su decisión de nombrar a Irene Lozano como número cuatro por Madrid. El cónclave se preveía convulso, pero de cara a la galería los barones autonómicos fueron desfilando ante los medios para calmar los ánimos, encendidos desde que se hiciera público el fichaje de la ex diputada de UPyD. La consigna lanzada desde la dirección era clara: había que suavizar el discurso para evitar perjudicar electoralmente al partido.

De este modo, distintos dirigentes territoriales intentaron restar importancia a la incorporación de Lozano, mientras que sólo Tomás Gómez criticó la “ocurrencia”. El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, señaló que “lo que ha conseguido el PSOE no se debe a sus fichajes sino a la fuerza de sus ideas” y pidió respeto a la decisión del secretario general porque se “ha tomado por el bien del partido”. Por su parte el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, llamó a dar “un voto de confianza a Pedro Sánchez como candidato a La Moncloa y en la elaboración de sus listas” y Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, consideró que con la incorporación de la ex diputada queda “implícito” su cambio de actitud respecto al PSOE. Pero no son sólo las descalificaciones vertidas por Lozano lo que ha levantado ampollas en el partido, dirigentes y cuadros medios no comparten las formas ni el fondo de su fichaje. Fuentes del sector andaluz critican haberse enterado “por sorpresa” a través de los medios de comunicación y señalan que hubiera sido preferible que Lozano hubiera estado “fuera de UPyD” antes de anunciar que concurriría del lado socialista. Pero más beligerantes se vuelven cuando analizan el trasfondo de su llegada. Fuentes consultadas por LA RAZÓN critican que se haya recurrido a alguien de fuera para regenerar el partido. “Da la sensación que no somos capaces de hacerlo por nosotros mismos y tenemos que recurrir a UPyD”, lamentan.

A pesar de intentar soslayar el debate, el malestar en el PSOE es evidente. A las sonadas ausencias de Javier Fernández, por otros compromisos pero radicalmente contrario a la decisión; Luz Rodríguez, desplazada por Lozano y que abandona la candidatura madrileña para liderar la de Guadalajara; se suman la de parte del socialismo gallego, molestos también por los cambios de Ferraz en sus candidaturas, y el sector andaluz que no votó en la Comisión Federal de Listas y que ayer estuvo tentado de ausentarse de la votación final en el Comité Federal. El paso de Susana Díaz por la reunión fue una exhalación, llegó tarde y evitó hablar dentro y fuera. En este punto y ante la disyuntiva de si semejante fichaje compensa la polémica surgida, algunas fuentes señalan que Sánchez “no está preparando un equipo ganador” sino que se está rodeando de un “grupo parlamentario que le cubra las espaldas ante una eventual derrota electoral”. Esto es, colocar a sus afines en puestos de relevancia para evitar que le remuevan de la dirección del partido si no logra llegar a La Moncloa. La eterna lucha intestina entre Sánchez y Díaz que se recrudecerá tras el 20-D si el PSOE no obtiene unos buenos resultados.

No obstante, ayer Sánchez defendió su decisión de colocar a Irene Lozano como número cuatro por Madrid y experta en regeneración democrática y agradeció a la federación madrileña su “generosidad” por permitir su entrada. “El PSOE no es patrimonio exclusivo de los militantes, sino de todos los ciudadanos progresistas que quieren cambiar España”, señaló el líder socialista. Al final las listas se aprobaron con la sola oposición de tres votos en contra (de Izquierda Socialista) y seis abstenciones. Sin embargo, la organización no quiso desvelar la participación que hubo en las votaciones, un dato que refrendaría, según fuentes consultadas por este diario, la falta de apoyo interno que obtuvo Sánchez con estas candidaturas. Unas candidaturas que el partido presentará hoy en un gran acto en Madrid que dará el pistoletazo de salida a una precampaña marcada por los trabajos previos a la presentación del programa electoral.