Primera parte de investidura

Sánchez agita el miedo a la derecha para justificar sus pactos con los independentistas

Se erige como el único capaz de frenar a "los profetas del odio" y el PP critica que haya venido a hacer oposición a la oposición y a las comunidades autónomas

Pedro Sánchez saldrá investido este jueves del Congreso de los Diputados como presidente del Gobierno con 179 votos a favor. Se enfrenta a una legislatura de vértigo en la que deberá poner de acuerdo a siete fuerzas políticas diferentes para llevar adelante sus proyectos legislativos.

El candidato socialista dibujó en su discurso de investidura un escenario político en el que se alzan dos proyectos y en el que solo uno tiene continuidad, el suyo. Para ello, empleó la primera hora de su discurso en hacer oposición a la oposición y agitar el miedo a Vox con críticas contra las comunidades autónomas y el PP incluidas. Se alzó como la única alternativa a la "derecha reaccionaria" de Trump, Le Pen o Abascal y culpó al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, de reforzar a Vox. "El PP decidió bendecir a la ultraderecha y abrió las puertas a cinco gobiernos autonómicos", censuró en un discurso lleno de referencias al PP y Vox.

"La democracia peligra"

Sánchez ha enarbolado un discurso de rechazo al PP con ataques directos al vincularlos con Vox desde el minuto uno frente a un Ejecutivo presidido por él que siempre se ha situado junto a los trabajadores y los más desfavorecidos. Con ello, acusó a los populares de votar en contra de todos los "avances" del Gobierno en coalición, como la reforma laboral o la subida del SMI y recalcó en su discurso que la "democracia" peligra "de la mano del PP y Vox". Durante su discurso, además, ha advertido en varias ocasiones de que solo su partido está en la defensa de los derechos y ha pedido "levantar un muro de democracia, convivencia y tolerancia" frente a la derecha.

El presidente del Gobierno en funciones defendió que su gobierno es la alternativa a la "derecha reaccionaria" y pidió apoyo para su proyecto asegurando que en España solo hay dos posibilidades que vendría a ser similar a o Sánchez o el caos. "O España continúa avanzando o retrocede y volvemos al punto de partida". Se erigió como líder de una opción que lucha por las "conquistas sociales" frente a una opción "reaccionaria". Propone avanzar en derechos sociales, en la integración de las personas inmigrantes, de los colectivos LGTBi frente a "los profetas del odio que quieren encerrar a las mujeres en casa, a las personas LGTBi en los armarios y a los inmigrantes en los campos de refugiados". El candidato socialista advirtió de que el escenario contrario es el de "normalizar a la ultraderecha" y que si se hace "se irá elevando la agresividad de sus políticas" citando temas como el aborto, violencia de género o la eutanasia.

“Nos corresponde optar por el avance o el retroceso” incidió en varias ocasiones destacando los logros de su gobierno en materia de servicios públicos.

Un discurso bronco contra los populares que criticaron desde el partido que lidera Feijóo. Fuentes del PP aseguran que Sánchez ha usado su discurso para "hacer oposición a las comunidades autónomas y a criticar a Feijóo". A su juicio es un discurso "de oposición" que podría haber firmado Óscar Puente. El tono para los populares está "a la altura de la grandeza del candidato". Además, censuran que durante su discurso no ha habido todavía referencias a la amnistía. "Su sometimiento a los independentistas". También insisten en que si bien el presidente se ha referido a Orbán, Milei, Rajoy o a Isabel Díaz Ayuso, el presidente no se ha referido a quien "hace posible este debate", en referencia al expresident fugado, Carles Puigdemont. La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra destacó que la estrategia y el hilo conductor de su estrategia es atacar al contrario para justificar su estrategia y "mentir en lo que nos separa para dividirnos más".