Sánchez y Díaz chocan por Palestina en medio de las negociaciones para la investidura

El conflicto en Oriente Medio impacta de lleno en la política española, en medio de las negociaciones para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

Sumar busca foco en la política internacional y en medio de unas negociaciones para la investidura en la que se ven en un segundo plano. Hasta ahora el partido se ha visto desdibujado por su posición en la guerra entre Israel y Palestina por el polvorín que supone para los partidos que conforman la coalición. Ayer, presionó públicamente al PSOE a reconocer como Estado a Palestina a nivel individual y al margen de la posición que adopte la Unión Europea. «En 2014 el Congreso instó al Gobierno a reconocer Palestina, hasta ahora nunca se ha hecho ese reconocimiento a la espera de una posición común de la UE. Nosotros creemos que ha llegado el momento de que España reconozca al Estado palestino de estado unilateral, incondicional y urgente como una contribución esencial a la resolución del conflicto y a la paz», se expresó el portavoz, Ernest Urtasun.

«Queremos que el Gobierno de coalición, una de las primeras medidas que tome es el reconocimiento del Estado Palestino», avisó este lunes. De esta manera, el partido de Yolanda Díaz sube el precio de su apoyo en la investidura a que el PSOE se abra a firmar por escrito su compromiso a que el gobierno de coalición reconozca de manera individual como país, al margen de la Unión Europea. En el partido de Díaz se explica que ya intentaron, sin éxito, que el PSOE aceptara durante el verano esta exigencia en el documento para iniciar la negociación que trasladaron a sus socios. Sin embargo, según las mismas fuentes, este apartado –el de reconocer a Palestina como Estado– fue devuelto por los socialistas tachado.

En Ferraz siguen enfriando la exigencia de Díaz y remiten a la declaración institucional que ya aprobó el Congreso de los Diputados en el 2014 en la que se instaba al Gobierno a reconocer a Palestina como Estado. Más allá de eso, en el PSOE no se prevé aceptar la exigencia de Díaz, ante la obviedad de que el reconocimiento al Estado palestino –aunque es una promesa de los socialistas histórica– no va más allá de la expresión de un gesto simbólico, sin mayores repercusiones políticas en la resolución real del conflicto en Oriente Medio.

En Moncloa se apuesta por una acción conjunta por parte de los países miembros y no por decisiones unilaterales de cada país, como sería el reconocimiento al pueblo palestino que pide Sumar. De hecho, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, marcó la posición oficial del Gobierno desde Albania. La apuesta de España es la de trabajar desde la Unión Europea para «evitar una escalada de violencia en la región». Para ello, llamó a impulsar una «solución pacífica» al conflicto entre Israel y Palestina. A su juicio, la vía es la del reconocimiento de los dos estados para que «puedan coexistir en paz y seguridad».

Sumar registró además ayer en el Congreso dos iniciativas, una para aprobar una declaración institucional que busca el «alto al fuego» al conflicto, así como condenar los «ataques del terror» a la población civil por parte de Hamás y de los «crímenes» contra la población civil orquestados por Israel. La otra, se trata de una proposición no de ley –una herramienta sin efectos jurídicos– cuyo contenido es similar, aunque exigiendo la suspensión de la venta de armas a Israel.

Una grieta entre PSOE y Sumar en medio de la negociación de la investidura de Pedro Sánchez, que Podemos no ha dudado de utilizar con el objetivo de desgastar la posición de la vicepresidenta Yolanda Díaz. Desde el partido morado se critica la «ausencia» de la líder de Sumar en la negociación de Gobierno. Ayer, el partido alabó a su secretaria general, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, por acudir a la manifestación propalestina del domingo, mientras que Yolanda Díaz asistía a los premios Planeta en Barcelona. Podemos se ha desvinculado de la propuesta de Sumar y exige a Sánchez denunciar ante la fiscalía de la Corte Penal Internacional una investigación por los «crímenes de guerr