Exteriores
Sánchez envía a Albares a Rabat para relanzar las relaciones con Marruecos
El jefe de la diplomacia se reunirá esta tarde con un grupo de empresarios españoles y varios ministros del Gobierno
Transcurridos diecinueve meses desde el fin de la crisis bilateral, que marcaron el giro diplomático español en el Sáhara Occidental y la declaración conjunta de Rabat en abril del año pasado, y más de diez desde la «histórica» XII Reunión de Alto Nivel (RAN), el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió ayer a Rabat al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con el objetivo de insuflar nuevos bríos a la relación hispano-marroquí. Si Sánchez volvió a romper con la tradición al no estrenar mandato con el preceptivo viaje a Marruecos, para el jefe de la diplomacia española el país magrebí ha sido su primer destino oficial en solitario de la legislatura.
Tras dos prometedores encuentros gubernamentales al máximo nivel celebrados en un margen de diez meses en la capital marroquí en los que se pactó una ambiciosa hoja de ruta bilateral, el balance para España no pasa de ser discreto. A la cabeza de las promesas del Gobierno pendientes está la apertura de las aduanas comerciales de Ceuta y Melilla, que sigue aplazada sine die.
La agenda oficial de la visita comenzó en la tarde de ayer con el encuentro de trabajo mantenido entre el jefe de la diplomacia y un grupo de hispanistas marroquíes. Proseguirá a primera hora de la mañana de hoy con la preceptiva visita al Mausoleo Real de Marruecos, donde Albares depositará una ofrenda sobre la tumba de Mohamed V y Hassan II. A continuación el ministro español visitará el Colegio Español de Rabat, donde tendrá ocasión de inaugurar la maqueta del nuevo centro que se construirá en la capital marroquí –el Estado español cuenta con una decena de colegios e institutos– y cuya entrada en funcionamiento está prevista para dentro de dos años.
Posteriormente el ministro de Exteriores español mantendrá una reunión con su homólogo marroquí Nasser Bourita, al término de la cual habrá una comparecencia –sin preguntas– ante los medios locales y españoles. Durante la tarde Albares se reunirá con representantes de la Cooperación Española en la Embajada de España en Rabat.
En la visita de Albares a Rabat figura también como plato fuerte un encuentro con empresarios españoles con actividad regular e interés por el mercado marroquí en la Residencia de la Embajada de España. Los empresarios españoles aspiran a extender su presencia en un Marruecos decidido a insuflar nuevo aliento a la economía –tras varios años de dificultad marcados por la pandemia y una subida de precios provocada por la guerra en Ucrania y la sequía– y ávido de inversiones extranjeras. No obstante, al abrigo de tensiones y crisis políticas, las relaciones comerciales entre los dos países marcan un inequívoco rumbo ascendente desde hace años. España se convirtió en 2013 en el primer cliente de Marruecos desbancando a Francia.
Dos de las apuestas principales de las autoridades marroquíes son la de las infraestructuras, como la ampliación de la red ferroviaria o la construcción de nuevos puertos, y la de las energías renovables, ámbitos en los que las empresas españolas están llamadas a jugar un importante papel dado el momento dulce de las relaciones institucionales. Además, Marruecos y España preparan ya la celebración conjunta –junto a Portugal– del Mundial de fútbol 2030, que acelerará el impulso de las autoridades marroquíes a la red de infraestructuras nacional.
La visita de Albares –considerado por Rabat como uno de los representantes más promarroquíes del actual Gobierno– finalizará con una recepción en la Residencia de la Embajada de España a la colectividad españolas y autoridades marroquíes. Llegado a Rabat desde Estrasburgo, el jefe de la diplomacia española dejará al final de la tarde de hoy Rabat para dirigirse a Senegal, donde abordará la cuestión migratoria con las autoridades locales.
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