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Sánchez no presentará los PGE si el PDeCAT enmienda la totalidad

Si no cuenta con el apoyo de los soberanistas, las cuentas serían devueltas.

El presidente y su esposa a su llegada a la Cumbre Iberoamericana en Guatemala
El presidente y su esposa a su llegada a la Cumbre Iberoamericana en Guatemalalarazon

Si no cuenta con el apoyo de los soberanistas, las cuentas serían devueltas.

El Gobierno empezó a plantearse un cambio de estrategia en la gestión de los Presupuestos de 2019 porque le llegó el aviso de que el PDeCAT podría incluso estar barajando la idea de registrar una enmienda a la totalidad. Onda Cero adelantó ayer que el Gobierno no llegará a presentar las cuentas del próximo ejercicio y que ya prepara el «troceo» de aquellas medidas de más venta social y con más recorrido parlamentario para poder seguir trasladando el mensaje de que «trabaja y tiene un proyecto».

La estrategia del Ejecutivo ha ido dirigida hasta ahora a conseguir que el proyecto presupuestario pudiera al menos comenzar a recorrer su trámite parlamentario, aunque en ningún caso tuviera garantizado que fuera a salir adelante después del proceso de enmiendas, de su estudio en ponencia y en comisión y de su votación en el Pleno del Congreso y del Senado. La tramitación parlamentaria, aunque no lleve a nada, y así lo saben en Moncloa, ofrece tiempo al Gobierno para seguir «construyendo un presidente» y seguir dando forma a un programa que si no puede ser de gobierno, por falta de apoyos parlamentarios, sí tiene un claro objetivo electoral.

Pero esta estrategia la trunca la posibilidad que cada vez ven más real de que el proyecto sea devuelto al Gobierno en su primera votación parlamentaria. El Gobierno tendría que asumir el desgaste de ese rechazo de la Cámara a sus cuentas sin conseguir a cambio esos meses extra de discusión parlamentaria antes de la votación final, y la situación aumentaría sobre ellos la presión para que se marque una fecha para las elecciones generales. Que no cediesen a esa presión es muy posible, pero el escenario se volvería todavía más incómodo para el Ejecutivo, eso sin duda.

Si los Presupuestos son rechazados por el Parlamento, el Gobierno puede presentar otros o no, y, en todo caso, el 1 de enero se prorrogarían automáticamente los que están ahora vigentes.

Las enmiendas a la totalidad (PP y Ciudadanos ya las han anunciado) se votan juntas y necesitan más «síes» que «noes» para prosperar. PP y Ciudadanos suman 169, y está en el aire qué hace Coalición Canaria. Les valdría rechazar con 171 votos (en la moción de censura de Pedro Sánchez llegaron a 180). Es decir, para rechazar las enmiendas a la totalidad PSOE y Unidos Podemos necesitan el apoyo de los independentistas para superar los 169 o 170 votos del otro lado.

A pesar de estas circunstancias, el Gobierno salió ayer en bloque a pregonar que su intención sigue siendo presentar los Presupuestos el mes que viene. Sin embargo, dentro del Grupo Socialista en el Congreso ya asumen que el Gobierno no aprobará el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019 sin tener cerrados antes los apoyos suficientes para sacarlos adelante o, como mínimo, para que superen el primer trámite parlamentario del debate de enmiendas a la totalidad.

El Ejecutivo mantiene en su discurso oficial que su «intención» es remitir a las Cortes el proyecto de Presupuestos antes de final de año porque la voluntad es negociar «hasta el final». A día de hoy, tan sólo ha suscrito un acuerdo con Unidos Podemos y ha iniciado conversaciones con el PNV para adherirle al consenso. Pero los nacionalistas vascos, por boca de su presidente, Andoni Ortuzar, han advertido de que no se «desgastarán» en una negociación que no tiene visos de prosperar por el rechazo de ERC y PDeCAT a apoyar las cuentas de Sánchez. Según la información adelantada por Onda Cero, con el Presupuesto de Rajoy prorrogado el Gobierno espera tener aún capacidad para sacar adelante ciertas medidas por decreto ley y a través de ampliaciones determinadas de crédito. Así podría recuperar los subsidios de desempleo para los parados de más de 52 años y las ayudas a la dependencia, o incrementar las pensiones o el sueldo de funcionarios, por citar sólo algunos ejemplos, informa Ep.

Todas estas medidas, además, se identificarían como acciones impulsadas en exclusiva por el Gobierno, que podría rentabilizar electoralmente y sin compartir el rédito con ninguna otra fuerza, como ocurre en el caso de una negociación presupuestaria en la que hay que hacer cesiones, lo que ya ha sucedido en el acuerdo alcanzado con Unidos Podemos, admiten fuentes socialistas.
La posibilidad de sacar adelante algunas de las medidas principales de ese pacto, aun sin nuevos Presupuestos, la admitió el propio Sánchez en rueda de prensa el pasado 7 de noviembre, cuando avanzó que si no conseguía aprobar los Presupuestos, intentaría desarrollar algunas de esas medidas vía aprobación de Reales Decretos leyes. De hecho, ya ha anunciado que el aumento del Salario Mínimo Interprofesional a 900 euros lo aprobará por Real Decreto Ley antes de que termine el año para que esté en vigor el 1 de enero.