La investidura de Sánchez

Pedro Sánchez se “olvida” de Cataluña y de la coalición con Podemos

El candidato evita verbalizar una oferta de integración a los morados y se limita a urgirles a "atender la llamada” de las personas que les demandan "unir sus fuerzas"

Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura. EFE/ Emilio Naranjo
Pedro Sánchez, durante su intervención en la primera jornada del debate de investidura. EFE/ Emilio Naranjolarazon

El candidato evita verbalizar una oferta de integración a los morados y se limita a urgirles a "atender la llamada” de las personas que les demandan "unir sus fuerzas".

Primero el programa, después los nombres. El letimotiv negociador del PSOE se ha impuesto hoy en el discurso de su candidato. De las dos horas que ha durado la intervención de Pedro Sánchez, solo los minutos finales han estado dedicados a su socio preferente, Unidas Podemos, pero compartidos, a su vez, con los conservadores de PP y Ciudadanos, a quienes el presidente en funciones les ha “exigido” que permitan que "España avance". El líder socialista ha arrancado y finalizado su alocución pidiendo la “confianza a la Cámara” y exigiendo “responsabilidad” y “generosidad” a los actores políticos, pero su intervención parecía la de un candidato que ya tiene todos los apoyos atados para salir investido. No hubo guiños a eventuales socios y sí una nutrida oferta de pactos de país en todas las áreas y con todas las fuerzas parlamentarias. No hubo tampoco alusiones expresas a Cataluña ni se verbalizó abiertamente la opción de alumbrar una “coalición” con los morados a quienes sí se urgió a llegar a un acuerdo.

Al filo de las dos de la tarde y en el ocaso del discurso, Sánchez se dirigió hacia Podemos, reconociendo “muy señaladamente” que son los socios con quienes aspiran a cerrar acuerdos “para sacar adelante todo lo que nos une”, pero sin dirigirles expresamente una oferta de integración en su gabinete. El candidato socialista pidió a los de Iglesias “atender a la llamada” que “muchas personas con ilusión” han hecho para “que uniéramos nuestras fuerzas”, a pesar de provenir de dos corrientes de izquierda distintas. Sánchez ha reconocido también los problemas que están teniendo para alcanzar un entendimiento y ha teorizado sobre la dificultad de conseguir aquello que “merece la pena”.

Sánchez ha dedicado el grueso de su intervención a versar su oferta política que fuentes socialistas cuantifican en 130 propuestas, 12 pactos de Estado, tres reformar constitucionales, 25 leyes y 90 medidas de “otra naturaleza”. Entre ellas, el candidato socialista ha pedido abordar seis retos fundamentales para lograr la “segunda transformación de España” desde la Transición. Estos se encuadran dentro del empleo digno y las pensiones, la revolución digital, la lucha contra la emergencia climática y la desigualdad social, el avance en igualdad de género y por una Europa unida.