Congreso

Sánchez reaparece y defiende a García Ortiz, mientras guarda silencio sobre las "cloacas" del PSOE

El presidente del Gobierno contraataca al PP y acusa a la pareja de Ayuso de "delincuente" para defender al fiscal general Álvaro García Ortiz

Si nada cambia, Pedro Sánchez acudió este miércoles al Congreso por última vez hasta septiembre. Quedan dos plenos por delante en junio, pero no va a acudir a ninguno más y eso que llevaba ya semanas en silencio, sin dar ninguna explicación por los audios destapados de las «cloacas» del PSOE en los que conspiraban contra la UCO. Y en su última aparición en el Congreso, el presidente del Gobierno, acorralado por Alberto Núñez Feijóo, no solo volvió a guardar silencio sobre la «fontanera» del PSOE Leire Díez y sobre los registros de la UCO en la vivienda de su exnúmero tres José Luis Ábalos, sino que salió en defensa del fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz, que ha sido procesado por el Tribunal Supremo por un presunto delito de revelación de secretos.

«No se equivoque señoría, este Gobierno, entre fiscales que persiguen a delincuentes y delincuentes, siempre estará con los fiscales que persiguen a delincuentes», señaló Sánchez, siguiendo de forma velada la línea crítica que han encabezado algunos ministros contra la resolución del Tribunal Supremo de procesar a García Ortiz por revelar información comprometida de la pareja de Isabel Díaz Ayuso sobre supuestas irregularidades fiscales. De esta manera, Sánchez también acusa nuevamente a la pareja de Ayuso de «delincuente» sin haber sido ni siquiera juzgado. El presidente del Gobierno pasó a renglón seguido a contraatacar a Feijóo, quien previamente había enumerado todos elementos que han desbordado al Gobierno en las dos últimas semanas.

En concreto, Feijóo citó los audios de las «cloacas» del PSOE, el registro de la vivienda de Ábalos, la aparición de Santos Cerdán en las investigaciones de la UCO, la resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad de Madrid de ordenar la investigación de un posible conflicto de interés de Sánchez en el rescate de Air Europa y la posición de la Unión Europea en contra de la amnistía. Todos estos elementos se han agrupado de golpe sobre el Gobierno en los últimos días, pero Feijóo se quedó sin respuesta respecto de todos ellos. Sánchez se limitó únicamente a salir en defensa García Ortiz, quien también está «implicado» en el caso «fontanera» ya que supuestamente custodia el pendrive con toda la información recabada por Leire Díez.

Ante la catarata de cuestiones planteadas por Feijóo para acorralar a Sánchez, el presidente del Gobierno se revolvió con ataques ya habituales. «Esto está estudiado en psicología. Reprochar al contrario lo que uno hace y no el otro», respondió Sánchez a Feijóo, al que acusó de tener un «álbum de fotos» con un «capo», de poner al frente del PP para «tapar la corrupción de la señora Ayuso» y de hablar de «democracia sin reconocer los resultados electorales» dos años después de la cita con las urnas de julio de 2023.

Feijóo reprochó a Sánchez que llevara 43 días «sin responder a nada ni a nadie» pese a las últimas 48 horas que ha atravesado el Gobierno y cargó contra los ataques que está profiriendo el gobierno socialista contra los jueces. «Y sus ministros salen en tropel a atacar a la Justicia», añadió el líder del PP. «No puede controlar la Justicia y por eso quiere destruirla. Es un peligro para la democracia», continuó Feijóo.

Lo cierto es que, salvo la jornada de este miércoles, el Congreso se ha convertido en un escenario vacío de poder y de funciones. Sin prácticamente ningún tipo de actividad legislativa (el Gobierno ha estado un mes sin llevar ni una sola ley a votación) y con las ausencias de Sánchez impidiendo la fiscalización al Gobierno, la Cámara Baja ha echado casi el cierre. El PSOE y Sumar, que cuentan con el control de la Mesa del Congreso, también están poniendo todo tipo de trabas a la comparecencia urgente de Sánchez solicitada por PP y más grupos para que el presidente dé amplias explicaciones sobre los últimos acontecimientos. Con las trabas, Francina Armengol consigue frenar la última ofensiva que ha puesto contra las cuerdas a Sánchez y, sobre todo, enfriar las cosas: si acaba compareciendo, lo hará ya cuando el foco mediático no esté sobre los temas que han causado las solicitudes de comparecencia. No obstante, el Gobierno lleva semanas tratando de desviar el foco de sus problemas con la Justicia, pero no lo consigue y, por tanto, se antoja complicado que eso ocurra en los próximos meses: se especula con una posible sesión extraordinaria para la primera semana de julio, que coincidiría con el congreso del PP y eso restaría atención.