Caso ERE
Sánchez se desdice y no echará a Chaves y Griñán tras su imputación
Dos ruedas de prensa, 45 minutos de diferencia pero el mismo resultado: el PSOE no expulsará a Manuel Chaves y José Antonio Griñán hasta que su imputación se traduzca en un delito concreto. Los socialistas volvieron ayer a autoenmendarse la plana, dos veces en menos de 24 horas, después de que el lunes la secretaria de Empleo, Luz Rodríguez, llamara a equívoco con los métodos de «votación» para la elección del candidato a liderar el PSM. La corrección, esta vez, en relación a los casos de corrupción, demostrando que la contundencia que exhiben no está exenta de salvedades.
La noticia de la imputación de los ex presidentes de la Junta de Andalucía saltó en plena comparecencia de Antonio Hernando en el Congreso. El portavoz socialista se vio cercado por las preguntas de los periodistas sobre qué determinación tomaría el partido con Chaves y Griñán. En esta tesitura, Hernando se acogió a lo estipulado en el Código Ético del PSOE, es decir, sólo en el caso de que se procediera a la apertura de juicio oral, se verían forzados por el partido a abandonar sus escaños. Al término de la comparecencia, y ante la insistencia de los medios que apuntaban a las declaraciones de Pedro Sánchez y Susana Díaz exigiendo la expulsión de todo imputado, Hernando se comprometió a revisar esas declaraciones, que estaba seguro habían sido matizadas posteriormente por sus protagonistas. «El principio es claro, en caso de que hubiese –cosa que descarto absolutamente– una llamada a juicio oral, sería el momento de tomar decisiones», dijó.
Cuarenta y cinco minutos después de emitir estas declaraciones, Hernando comparecía de nuevo ante los medios en una sala anexa a la de prensa –en la que lo había hecho antes– para asegurar que sólo en el caso de que a Chaves y Griñán se les imputase «algún delito» deberían entregar sus actas de diputado y renunciar al escaño de ocupan. El PSOE intentó establecer como salvedad que para declarar voluntariamente –algo que los ex presidentes solicitaron– debe hacerse en calidad de imputado, lo cual garantiza estar asistido por tu defensa. Ferraz señaló su esperanza de que oída esta declaración la causa se archive, ya que de imputárseles la comisión de algún delito tendrían que entregar el acta de diputado, «cumpliendo así con la palabra del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez», señaló Hernando. Por su parte, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, criticó las «artimañas» dialécticas del PSOE porque «cuando a alguien se le imputa en un proceso» es porque tienen alguna «vinculación» con el mismo, y en este caso, se trata de «delitos muy graves» como los fraudes en la recepción de subvenciones.
El «caso de los ERE» se ha topado siempre con la «honorabilidad intransigente» que Sánchez promulgó en su primer discurso como secretario general y que puso en práctica en casos como el de las «tarjetas black» o la «operación Púnica», en los que la dirección federal actuó con contundencia y excesiva celeridad contra los afectados, sobre los que en algunos casos no pesaba ni siquiera la imputación. La remisión al Código Ético nunca ha sido efectiva, pues ninguno de los expulsados por su implicación en casos de corrupción ha llegado a sentarse en el banquillo. El PSOE ha ido aplicando arbitrariamente el criterio que, según la gravedad de los hechos, ha considerado suficiente en cada circunstancia. A José María Fraile, implicado en la «operación Púnica», se le expulsó tras su detención y a los usuarios de las «tarjetas black», tras la investigación abierta por la Comisión Ejecutiva Federal del partido y una vez escuchadas sus alegaciones.
Este nuevo planteamiento laxo del partido choca también con la hemeroteca. Tanto Pedro Sánchez como Susana Díaz declararon en su día que en caso de ser imputados, Chaves y Griñán deberían entregar sus actas y abandonar sus escaños. En aquellas declaraciones no se especificó que la imputación debiera ser por un delito concreto, lo que ahora les impide matizar. El líder del PSOE se jacta en cada intervención pública de que «no le temblará el pulso para echar a los corruptos del partido» y en el programa «Salvados» quiso ir más allá. Ante la pregunta de su presentador, Jordi Évole, sobre qué haría con Chaves y Griñán en caso de ser imputados, Sánchez respondió: «Les exigiría que abandonen su acta de senador y diputado».
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