PSOE

Sánchez reitera su «no» a la gran coalición con Rajoy

Pedro Sánchez escucha al secretario general de los socialistas murcianos, Rafael Gónzález Tovar
Pedro Sánchez escucha al secretario general de los socialistas murcianos, Rafael Gónzález Tovarlarazon

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, volvió ayer a reiterar su negativa a auspiciar un gobierno liderado por Mariano Rajoy porque «el PP lo que quiere es sumar escaños para perpetuarse en el poder». «No es no, señor Rajoy», espetó el secretario general durante un encuentro con trabajadores en Murcia, donde defendió su rechazo a la gran coalición.

Para Sánchez, el objetivo de los populares es mantener su lugar en La Moncloa, mientras que el PSOE lo que quiere «es un gobierno progresista para resolver los problemas de la gente». El líder socialista ha criticado en numerosas ocasiones las «presiones» que ha sufrido su partido durante los últimos días para plegarse a un acuerdo de gobierno con PP y Ciudadanos por la estabilidad de España, presiones que llegarían incluso del ámbito empresarial, según denunció.

No obstante, Sánchez no renuncia a propiciar un ejecutivo alternativo junto a otras fuerzas de izquierdas para «derogar la reforma laboral y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores que reconstruya el Estado del Bienestar y limpie la corrupción del Partido Popular».

Con estas «políticas», el líder socialista entiende que cumple el mandato que expresaron millones de votantes el 20-D y lanzó el guante al resto de fuerzas de izquierda y derecha para «tener un gobierno progresista al frente de España para las personas desempleadas y que están sufriendo la desigualdad y los recortes del Partido Popular».

Sánchez volvió a presumir del nombramiento de Patxi López como nuevo presidente del Congreso, un gesto que para el PSOE supone el principio «del cambio en la política española» que se va a producir también con un socialista al frente de La Moncloa. «Hace unas semanas nos creían muertos ¿y ahora? ¿Quién pensaba que Patxi sería presidente?», señalan fuentes cercanas al secretario general. Éste nombramiento, unido a la resolución parcial de la guerra interna que libra con los barones, le da a Sánchez el impulso para creer que su iniciativa de un gobierno de izquierdas podrá llegar a buen puerto.