Sánchez, solo promesas: ni Presupuestos, ni exhumación ni renovación del CGPJ

Parece que la “coalición” de la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez y al PSOE al poder se ha desmoronado definitivamente poniendo a los socialistas ante el espejo de su debilidad parlamentaria. Desde su llegada al poder y su batería de propuestas y promesas, casi todo se le ha ido cayendo como un castillo de naipes levantado sobre sus apenas 85 diputados, apuntalados únicamente por Podemos, único socio fiel hasta ahora.

La renuncia del juez Marchena a presidir el Tribunal Supremo y el CGPJ, el órgano de control del Poder Judicial, es el último ejemplo de este escenario de “hechos” reversibles, de anuncios fallidos y de promesas imposibles de cumplir. Así, el PSOE se ha quedado sin Presupuestos, tras la negativa de los independentistas catalanes a su apoyo si no había concesiones para los presos del procés, no ha sido capaz de llevar a cabo la exhumación de Franco, pese a que anunció antes del verano que sería en julio, luego antes de fin de año y ahora no se sabe, se ha quedado sin la renovación del CGPJ tras la filtración interesada desde dentro del PP de un mensaje de “whatsapp” demasiado comprometedor de Coisidó y está abocado al adelanto electoral el año próximo, pese a su deseo de acabar la Legislatura. Y no olvidemos su fracaso para renovar el ente público RTVE y las protestas que han seguido al nombramiento de Rosa María Mateo.

A todo esto, a menos de seis meses de la llegada al poder de Sánchez, su trayectoria se ha visto salpicadas de escándalos, como los sociedades interpuestas de algunos de sus ministros para tribunar menos a Hacienda, los plagios de tesis y másters, el uso del avión privado a discreción...

Ni siquiera ha sido capaz de impulsar una pretendida reforma de la Constitución prometida en infinidad de ocasiones y que carece de cualquier parecido a un consenso.