
Cerco judicial al PSOE
Sánchez supo en 2017 que Ábalos llevaba «mala vida y usaba prostitutas»
Un exdirigente del PSOE valenciano avisó al presidente de que el exministro llevaba una vida incompatible con la ética del partido. «Sabíamos lo de la prostitución, cada uno elige de quién se rodea»

Cuando los españoles escucharon los audios en los que se oye a José Luis Ábalos y a su exasistente Koldo García repartirse prostitutas, el PSOE enmudeció. Pocos días después, el presidente del Gobierno compareció en la sede federal de su partido, en la madrileña calle de Ferraz, para mostrar su más absoluta indignación y repulsa. Es más, el jueves pasado, durante la comisión de investigación del «caso Koldo» en el Senado, Pedro Sánchez repitió lo que ha dicho siempre: «El consumo de la prostitución ha sido algo que he conocido y que me repugna, que rechazo y que la organización también rechaza».
El presidente no especificó en la Cámara Alta cuándo lo supo, aunque siempre alegó que no tuvo conocimiento de ello y que ese, sin duda, no fue el motivo de la sorpresiva destitución de Ábalos, en verano de 2021. Ni la prostitución ni la corrupción. Pero, según ha confirmado LA RAZÓN, al menos un ex alto cargo del Partido Socialista del País Valenciano (PSPV-PSOE) avisó a Sánchez en 2017, durante la campaña de las elecciones primarias que terminaron aupándole a los mandos del partido, de la vida del ex secretario de organización. «En Valencia, sabíamos lo de la prostitución, conocíamos a Ábalos, pero cada uno elige de quién se rodea», cuenta una socialista de esa federación.
Las fuentes consultadas explican que este ex alto cargo, que prefiere mantenerse en el anonimato, fue entonces prevenido por sus compañeros para que no se «significara» y «tomara partido» contándole a Sánchez que Ábalos, que en ese momento ya era el muñidor de los apoyos internos del líder, tenía fama de recurrir a la prostitución. Aun así, lo hizo. Le trasladó el runrún.
El PSOE, en verdad, está realmente preocupado. Mientras el núcleo duro de Moncloa intenta pasar página de las andanzas de la supuesta trama corrupta, lo cierto es que la sala de máquinas de Ferraz tiene pavor al efecto que tendrá en el voto femenino, llegado el momento, todo lo que se ha sabido hasta ahora. Si hubiera que describir al votante medio de los socialistas, habría que perfilar a una mujer de mediana edad con estudios secundarios. Por el momento, solo hay demoscopia encima de la mesa. Encuestas, datos.
Las elecciones en Extremadura, el próximo 21 de diciembre, serán un buen termómetro para el PSOE. El laboratorio electoral del partido podrá ponerse la bata blanca y diseccionar el comportamiento del voto de las mujeres, toda vez que es público el escándalo de la prostitución en el PSOE. Los ciudadanos lo saben. Solo tienen que opinar cuando cojan la papeleta. «Es un horror, pero hay datos de que, desde que se supo todo, se ha perdido el 10% del voto femenino», explica una fuente socialista.
Este diario ya hizo su propio análisis con los datos del CIS. Y la conclusión fue que el PSOE perdía 8,3 puntos porcentuales en intención de voto femenino desde el 23J. Si el 27,7% de las mujeres votaron socialista en las últimas elecciones, el barómetro de julio rebajó el porcentaje al 19,4%. En ese momento, ya se conocían los audios de Ábalos y Koldo sobre las prostitutas. Es más, también había trascendido la renuncia de Paco Salazar a su puesto en Presidencia del Gobierno por las sospechas de comportamiento inapropiado con las mujeres que denunciaron varias mujeres de manera anónima. Esa caída del apoyo al PSOE en el electorado femenino, en verdad, es una tendencia, ya que se despeñó 6,3 puntos respecto al barómetro anterior, el de mayo, que ya era más bajo que el resultado del 23J de 2023.
Lo cierto es que el presidente del Gobierno, cada vez que se le ha cuestionado por la prostitución y por los comportamientos machistas, siempre ha dicho que nunca oyó comentario alguno de Ábalos en las largas horas que pasó junto a él. La relación que ambos tejieron fue muy cercana, casi íntima. El propio Ábalos, no obstante, aseguró que Sánchez, en 2023, le dijo que la UCO estaba investigando a Koldo. Ambos retomaron el contacto tras el cese del extitular de Transportes, según se desprendió de los mensajes que intercambiaron y que vieron la luz este año. Esos wasaps evidenciaron una relación muy cercana. Sánchez dio su apoyo a quien fue su ex mano derecha por los «infundios» que, dejó por escrito el presidente, se publicaron en prensa sobre sus supuestas juergas.
Es más, el presidente le mostró su aprecio al alabar su criterio político. Ambos siguieron discutiendo estrategias para confrontar las voces disidentes dentro del PSOE, como la del presidente de Castilla–La Mancha, Emiliano García-Page, a quien Sánchez se refiere en términos despectivos. En los meses de las primarias de 2017, el presidente dispuso, incluso, de la casa de Ábalos como campamento base para preparar la reconquista del partido tras el convulso comité federal del 1 de octubre de 2016 que le defenestró. Fue la época de los viajes en carretera, a bordo del famoso Peugeot 407 gris, en el que también subieron Santos Cerdán y Adriana Lastra. Los tres emprendieron un viaje a la enemistad que terminó mal.
Pero los cuatro lograron llegar a su destino: la Secretaría General del PSOE y, después, la presidencia del Gobierno, tras la primera moción de censura exitosa de la democracia. Aunque el trayecto dejó muy tocado al grupo de amigos que decidió embarcarse con Sánchez en aquella aventura quijotesca. Ninguno de los tres son ya la sombra de lo que fueron. Y en los tres pesan las rencillas de los días de vino y rosas. Como ya contó este diario, Ábalos, según el relato de varios socialistas, fue objetivo de caza de Cerdán y de Lastra. Los dos querían controlar el partido y veían a Ábalos como un incompetente del que había que deshacerse.
Su caída, en verano de 2021, fue celebrada por los dos. Pero al mismo tiempo fue el pistoletazo de salida de su propia guerra interna. Lastra, vicesecretaria general, y Cerdán, secretario de organización, estuvieron meses haciéndose la vida imposible con sus respectivos fieles detrás. Al final, el duelo lo ganó Cerdán. La política asturiana dimitió en julio de 2022. Es más, en el PSOE hay quien piensa que Cerdán no está realmente implicado en la trama, sino que fingió pertenecer a ella para disponer de información sensible con la que tumbar a Ábalos.
El exministro reconoce abiertamente que en política es muy difícil tener amigos, que hay intereses que confluyen sobre los que se construye una apariencia. La verdad es que el político valenciano fue quien entregó a Sánchez el apoyo de la militancia. Fue él quien propició el ascenso de Sánchez, y quien vio antes que nadie que el futuro del PSOE pasaba por «podemizarse», por crear un liderazgo más vertical que enterrara las viejas estructuras de Ferraz. Un nuevo líder para un tiempo nuevo que ahora se resiste a terminar.
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