Kiev
Sánchez viaja a Ucrania en el aniversario de la guerra
El presidente cultiva su perfil internacional en vísperas de asumir la presidencia de turno de la UE el mes de julio
Pedro Sánchez viaja, por sorpresa, a Ucrania en la víspera del primer aniversario del inicio de la guerra, según ha podido saber LA RAZÓN. Se trata de un viaje relámpago y bajo el máximo hermetismo que, por cuestiones de seguridad, no estaba previsto en la agenda oficial del presidente del Gobierno y sobre el que fuentes de Moncloa se resisten a aportar más detalles. Durante la jornada, antes de partir, Sánchez participó en la sesión de control en el Congreso, recibió a la presidenta de la República de Honduras, Xiomara Castro, en la Moncloa y se reunió con refugiados ucranianos que viven en España.
La visita a Kiev se encuadra dentro del «compromiso de España con los aliados» y contra la «invasión ilegal» de Rusia sobre Ucrania. El viaje del jefe del Ejecutivo se produce en paralelo a la confirmación, por parte de la ministra de Defensa, Margarita Robles, del envío de al menos seis carros de combate «Leopard» a principios de abril, que se suman a la veintena de blindados para el transporte de infantería que ya están sobre el terreno. En materia humanitaria, España ha apoyado a Ucrania con un paquete por valor de casi 38 millones de euros y ha comprometido un nuevo envío de 250 millones de euros.
Sánchez viajó por primera vez a Ucrania el pasado mes de abril y allí se reunió –junto a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen– con el presidente, Volodimir Zelenski. En una comparecencia conjunta anunció el mayor envío de armamento hasta esa fecha. Antes del encuentro con Zelenski, el presidente se desplazó hasta la localidad de Borodyanka, calificada como la otra Bucha, en alusión a la destrucción y la masacre provocada por Rusia en la zona. «Conmovido al comprobar en las calles de Borodyanka el horror y las atrocidades de la guerra de Putin. No dejaremos solo al pueblo ucraniano», publicó entonces Sánchez en sus redes sociales.
El último encuentro entre el presidente español y Zelenski se produjo el pasado 9 y 10 de febrero en Bruselas, durante el último Consejo Europeo Extraordinario. Sánchez brindó entonces su apoyo a Ucrania para alcanzar una paz justa que ponga fin a la agresión de Putin. Fue uno de los siete líderes europeos que intervino en el plenario del Consejo Europeo, poniendo el foco en la importancia de mantener el apoyo a Ucrania y de preservar la unidad de la Unión Europea y los aliados. Un paraguas bajo el que se encuadra toda la acción de España respecto a Ucrania, pese a que esto genere un conflicto dentro de la coalición, porque Unidas Podemos no comparta la posición. De hecho, en los últimos días el ala morada del Ejecutivo ha recuperado el tono discrepante sobre esta cuestión, recelando de que –más allá de los carros de combate– se pueda llegan a enviar tropas. Algo para lo que el Gobierno requeriría el aval del Congreso.
El viaje del presidente del Gobierno se produce solo dos días después de que haya visitado la capital ucraniana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y con escasas horas de diferencia respecto a la premier italiana, Giorgia Meloni. Las muestras de apoyo internacional y arrope en persona a Zelenski y a la resistencia ucraniana ante el ataque ruso protagonizan el entorno del primer aniversario de la invasión. El presidente estadounidense prometió, ya desde Polonia este martes, que Washington y sus aliados siempre respaldarán a Kiev y aseguró que Rusia «nunca» vencerá a Ucrania, en un duro discurso plagado de acusaciones contra Vladímir Putin.
Perfil internacional
Este segundo viaje de Sánchez busca cultivar su perfil internacional en vísperas de que España asuma la presidencia de turno del Consejo Europeo en el segundo semestre del año. El presidente tiene previsto visitar 15 países, en cinco giras, antes de julio para preparar este mandato, que tendrá un impacto de cara a las elecciones generales y en el que uno de los principales focos de atención será, sin duda, la guerra de Ucrania. Los pronunciamientos en favor de la paz y una salida al conflicto se multiplican por parte del Ejecutivo –en la línea con la diplomacia europea– y la voz española suena en la UE con fuerza gracias al Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell, que llamó este domingo a sustituir los «aplausos» por «munición» para Zelenski. «Es el tema más urgente. Si fallamos en eso, realmente, el resultado de la guerra está en peligro», alertó.
En el Gobierno, por su parte, han mostrado su «preocupación» por los términos en que Putin se pronunció en su discurso a la nación, en el que anunció su decisión de abandonar el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), firmado con Estados Unidos para la reducción y control de armas nucleares. En este sentido, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, avanzó que va a contactar con sus colegas europeos y aliados para adoptar «las posiciones que haya que tomar» de forma conjunta como ha venido ocurriendo desde que comenzó la invasión.
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