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Santamaría: «Ha sido un año duro, pero todo se ha hecho por el interés general»

El Gobierno mantiene su actividad legislativa y no habrá Consejo de Ministros sólo el día 4 de enero

Saénz de Santamaría con los periodistas, tras el Consejo de Ministros
Saénz de Santamaría con los periodistas, tras el Consejo de Ministroslarazon

-El Gobierno cierra el ejercicio con la conclusión de que éste ha sido «un año duro, difícil», pero en el que en su balance puede anotar a su favor que ha tomado decisiones «impopulares por el interés general» y no pensando en el «interés electoral». La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, defendió ayer en estos términos la actuación del Ejecutivo en este primer año de Legislatura. El reformismo como gran bandera, con iniciativas como la reforma laboral y la reestructuración del sistema financiero como los grandes proyectos ya prácticamente culminados, a falta de que la recuperación permita ver sus resultados en todo su alcance, según precisan en Moncloa.

La actividad legislativa se mantendrá, y sólo el día 4, en principio, no se celebrará la reunión del Consejo de Ministros. El presidente Mariano Rajoy estará este fin de semana fuera del despacho, pero el lunes, día de Nochebuena, aprovechará su estancia en Galicia para realizar desde la sede de la Brigada de Infantería Aerotransportable de Pontevedra una videoconferencia con los soldados españoles en misiones humanitarias y de paz en el extranjero. Y el viernes, después del Consejo, comparecerá en rueda de prensa para hacer balance de su primer año de Gobierno. Mirará también al futuro, a un año, 2014, para el que el Ejecutivo se deja iniciativas tan importantes como la Ley de Unidad de Mercado, que finalmente no ha entrado en Consejo de Ministros y se queda pendiente para enero.

En el nuevo año, el termómetro de su capacidad reformista estará, sobre todo, en hasta dónde es capaz de llevar la reforma de la Administración Pública. En enero tiene la intención de aprobar la reforma local, primer paso que luego debe completar en la práctica a partir del trabajo de la comisión interministerial encargada de estudiar la reforma de toda la Administración, y que se ha dado de tiempo hasta el verano para presentar un primer informe. En relación a la reforma local, populares y socialistas están emplazados la próxima semana a una nueva reunión discreta, en la que el Ejecutivo espera que se avance en el recorte de algunas de las aristas que impiden el pacto. Por adelantado el equipo de Rajoy ya ha dicho que, en cualquier caso, y pese a las reticencias de sus alcaldes, el proyecto incluirá la homologación de sueldos, el recorte de concejales y la fusión de municipios.

El viernes, Rajoy defenderá su gestión porque entiende que su Gobierno ha actuado sobre los problemas más urgentes de la economía; ha confirmado su compromiso reformista; ha hecho una política europeísta que ha servido para que Bruselas asumiese que el problema de la prima de riesgo española no estaba sólo en los factores endógenos, lo que, a su juicio, ha sido determinante para que el BCE ofreciese un instrumento de ayuda con efectos balsámicos; y, sobre todo, podrá sacar pecho porque España llega a 2013 sin haber tenido que pedir el rescate.

El Gobierno se declara satisfecho con su control del déficit público –aunque el cierre del ejercicio se desvíe del 6,3 por ciento hasta alrededor del 7 por ciento--, con la reforma del sistema financiero, e incluso con los resultados de la reforma laboral. Dicen que «hoy los costes laborales de España son los más moderados de Europa, junto con los de Finlandia». Y que «los salarios se han estabilizado y hoy el marco laboral español es un factor de competitividad como acreditan las decisiones de grandes fabricantes como Ford o Renault, que han reforzado sus líneas de producción en España».

También destacan de estos meses sus actuaciones contra la morosidad y la falta de liquidez de las Administraciones Públicas y sostienen en su balance que sus reformas son la garantía del mantenimiento de los pilares del sistema de protección social: en pensiones, en Sanidad, en Educación o incluso ante el problema del desempleo.

El presidente del Ejecutivo defenderá asimismo, el próximo viernes, que no puede haber recuperación económica si no se sientan las bases que la hacen posible, y que eso es lo que su Gobierno ha hecho en este año. «Este año ha sido un año difícil, un año de esfuerzos y de grandes sacrificios, un año sin frutos palpables para el ciudadano de a pie. Pero, a la larga, un año que quedará como el año que pusimos los cimientos de nuestra recuperación», según Rajoy.