Gobierno de España
Santamaría: «Para reformar la Constitución hace falta algo más que un párrafo»
El Gobierno cuestiona el vacío de contenido de la propuesta socialista
Madrid- El Gobierno reivindicó ayer la validez de la Constitución del 78. Un día antes de su 36 aniversario, desde Moncloa, a través de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, se instó a reflexionar sobre los avances en derechos que nos han venido con esta ley fundamental y que han colocado a España entre los países más punteros. También se puso en valor que gracias a la actual Carta Magna estamos entre los países más descentralizados, mucho más que otros Estados federales.
En vísperas de un día tan simbólico como el que hoy se celebra en el Congreso de los Diputados, el Gobierno se desmarcó ayer de la decisión del Partido Socialista de promover una reforma constitucional «sin concretar para qué ni con qué consensos», según le afeó la vicepresidenta.
En duros términos, Moncloa denunció la falta de sentido de la decisión de impulsar la reforma de la Carta Magna y para ello utilizó, entre otros, los argumentos de que responde a intereses partidistas, que no tiene contenido y que es incoherente porque viene de un partido que no tiene interés en pactar cuestiones de Estado –como el paquete de medidas de regeneración democrática defendido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy– y que se rectifica a sí mismo en asuntos de tanta trascendencia como la modificación de la Constitución que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el PP pactaron en la pasada Legislatura e impulsaron de manera consensuada en el Parlamento.
Sáenz de Santamaría añadió más reproches a los socialistas al advertir de que para reformar la Constitución se necesita algo más que un discurso o un párrafo. «Instrumentos para trabajar los hay y la subcomisión es uno de ellos, pero es necesario tener una propuesta. Quien pide abrir una subcomisión sobre la reforma de la Constitución digo yo que algo más tiene que decir», sentenció para instar a continuación al PSOE a que aclare cuestiones tan básicas como qué es el Estado federal que reivindica; qué quiere cambiar respecto al actual Estado autonómico; si lo que defiende es un modelo simétrico o asimétrico; si defiende que las comunidades autónomas tengan competencias exclusivas en Educación o en Lengua; qué quiere decir con el reconocimiento de la singularidad catalana; o qué supone llevar la financiación autonómica a la Constitución. «No son dudas pequeñas como para abrir un debate sin que, al menos, el que lo proponga lo tenga claro. Tengo la sensación de que no avanzan en esa definición», señaló la vicepresidenta.
Desde el Gobierno también se advierte de que algunas de las cuestiones a las que ha aludido de manera genérica el Partido Socialista implicarían una reforma agravada constitucional, que exige disolución de las Cortes Generales y elecciones. Es decir, tiempo, y saber muy bien qué se quiere hacer, para qué y con qué consensos se parte. «Hay que tener los pies en el suelo», puntualizó la vicepresidenta, antes de preguntarse dónde está el PSOE, que dirige sus energías a «cuestiones hipotéticas», en vez de sentarse a negociar y a pactar las 70 medidas concretas de lucha contra la corrupción que ha presentado el Gobierno de Rajoy y que han reclamado «actores políticos y jurídicos de distinto orden».
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