Política

ETA

Se busca la pistola que mató a Pagazaurtundúa

Es la misma arma con la que fue asesinado el presidente del PP de Aragón

Joseba Pagazauntundúa, sargento de la Policía Municipal de Andoain, fue asesinado por ETA tras una intensa campaña de los grupos del entramado de la banda para «marcar» el objetivo / Efe
Joseba Pagazauntundúa, sargento de la Policía Municipal de Andoain, fue asesinado por ETA tras una intensa campaña de los grupos del entramado de la banda para «marcar» el objetivo / Efelarazon

Es la misma arma con la que fue asesinado el presidente del PP de Aragón.

Las investigaciones realizadas por la Guardia Civil gracias a los papeles y armas de ETA que Francia ha mandado a España, que serán entregados oficialmente el próximo 1 de octubre en un acto al que asistirán el presidente del Gobierno y el de la República francesa, han permitido llegar a la conclusión de que fue el «comando Basajaun», al frente del cual se encontraba Mikel Karrera, «Ata», el que perpetró el asesinato, el 8 de febrero de 2003, del sargento de la Policía Municipal de Andoain, Joseba Pagazaurtundúa. El arma utilizada en esta acción criminal es la misma que se usó en el atentado que costó la vida al presidente del Partido Popular de Aragón, Manuel Giménez Abad, que también se atribuye a «Ata», tal y como publicó LA RAZÓN ayer.

Por la muerte de Pagazartundúa ya está condenado a 32 años de prisión Gurutz Agirresarobe Pagola, al que consideró autor material crimen, ya que su huella apareció en una taza que había utilizado el que realizó los disparos. Sin embargo, no se le imputó la pertenencia a banda armada aunque sí su integración en el llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV).

La pistola con la que se cometieron ambos asesinatos no ha aparecido, aunque ha quedado acreditado, por los exámenes de balística, que fue la misma. Si, tras la diligencia de reconocimiento que será realizada el próximo 3 de octubre en París por el hijo de Giménez Abad, testigo presencial del asesinato de su padre, se confirma la autoría de ETA, el crimen contra Pagazartundúa no podría ser presentado ya como un hecho aislado, sino como un atentado más del «comando Basajaun».

Los investigadores van a tratar de buscar entre las pistolas que ha entregado Francia la que se utilizó en los dos atentados. Se sabe que fue adquirida por ETA en el mercado negro aprovechando la falsa tregua de 1998. Como ha quedado demostrado, la banda utilizaba estos periodos de «buena voluntad» para rearmarse.

Fuentes antiterroristas, consultadas por este periódico, subrayan que los citados papeles que se incautaron a Francia en diversas operaciones van a permitir realizar diversas investigaciones con el fin de averiguar la autoría de atentados aún sin esclarecer y que, por la zona en que fueron perpetrados, se pueden atribuir al «Basajaun».

Al tratarse de un «complejo», del que dependían cuatro «taldes» (grupos), era habitual que el jefe del entramado, en este caso, según todos los indicios, «Ata», entregara a algunos de los etarras el arma. Una vez cometida la acción criminal, se la devolvía. Es lo que pudo pasar en el caso de Joseba Pagazartundúa aunque los investigadores confían en acreditar en los próximos meses la participación de Karrera.

El «comando-complejo Basajaun» operaba en la zona este de Guipúzcoa, Navarra y Aragón. En esta última Comunidad Autónoma se les considera autores de la colocación de un coche bomba en el aparcamiento de El Corte Inglés de Zaragoza, el 21 de junio de 2002. Una «kantada» que se encontró en poder de los responsables «militares» en Francia, Jon Olarra y Ainhoa Múgica, así lo acredita. Otros de los atentados que se atribuyen al «Basajaun» es el asesinato en Leiza (Navarra), el 29 de septiembre de 2002, mediante artefacto bomba, del cabo de la Guardia Civil Juan Carlos Beiro Montes. Los autores podían pertenecer al talde conocido como «Los dos», ya que coincidía su zona geográfica de actuación. «El modus operandi de este atentado –carga explosiva accionada mediante mando a distancia– conllevaría el tener habilitada una rápida huida del lugar lo cual estaría garantizado con las premisas de hallarse el lugar del atentado a 20/22 kilómetros de las localidades donde se enclavan los domicilios de los presuntos integrantes de dicho “comando” y la rápida incorporación a una vía rápida y de tránsito por la carretera AP15», según informes de los investigadores. «La pancarta, tal como consta en diferentes declaraciones, (“extrañaba lo bien que estaba hecha”), («era de plástico muy grande, estaba muy bien confeccionada”), lo cual estaría en concordancia con los conocimientos de diseño de uno de supuestos autores».

Asimismo, se investiga el posible «secuestro exprés» de tres empresarios navarros que permitieron obtener a la célula etarra 700.000 euros, según reveló la documentación intervenida al cabecilla de la banda terrorista Ibon Fernandez Iradi, «Susper».

Sería la primera vez que se confirma que ETA ha llevado a cabo esta modalidad de secuestro consistente en capturar a la víctima durante unas horas y obligarle a pagar en el momento o forzarle a aceptar la entrega de dinero más adelante.

Los archivos intervenidos a «Susper», en diciembre de 2002, además de hacer posible la captura de casi 200 presuntos etarras, aportaron las pruebas de tres «secuestros exprés» cometidos en navarra para la estructura etarra «Gezi», que se encargaba de la extorsión y recaudación de fondos. Las tres víctimas navarras fueron un empresario chatarrero, al que le reclamaron 300.000 euros; otro industrial, al que le exigieron una cantidad similar y un tercero, a quien le solicitaron 210.000 euros. En la citada documentación, el sello (etiqueta judicial para guardar las evidencias obtenidas en una operación antiterrorista) TAR/CH/14, hay un documento bajo el título «Personas-Impuestos» en el que se recoge una lista de empresarios/empresas con diversa información como la dirección, gerente o dueño, familiares relacionados y finalmente una cantidad en euros (presumiblemente la cuantía solicitada).

También se investiga, en función de la documentación aportada por Francia, la posible autoría del «Basajaun» en el asesinato, el 30 de mayo de 2003, de dos agentes de la Policía Nacional en la localidad navarra de Sangüesa al estallar una bomba lapa adosada a su furgoneta. Se trataba de un equipo móvil para realizar el DNI. El arterfacto se activó al poner en marcha el vehículo.