Se buscan independentistas para las Tierras del Ebro

No es casual que Jordi Pujol, ex presidente de la Generalitat, haya escogido el municipio de El Perelló (en el sur de la provincia de Tarragona) para unirse a la cadena humana que recorrerá el litoral de Cataluña en la Diada (11 de septiembre) con el objetivo de reivindicar la independencia. A día de hoy, el trazado que atraviesa las Tierras del Ebro es el que cuenta con menos inscritos y el que más preocupa a los organizadores, temerosos de que las espectaculares imágenes que puedan captarse ese día queden deslucidas por tramos incompletos y desangelados en el sur de Tarragona. De ahí que Pujol haya tenido el gesto de anunciar su presencia en El Perelló. Pretende dar ejemplo y provocar que otros muchos ciudadanos de Barcelona hagan el mismo esfuerzo para completar una cadena humana histórica. Ayer, después de varios intentos, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) –organizadora de la denominada «vía catalana hacia la independencia»– volvió a la carga, animando a través de un vídeo a que gente inscrita en el entorno de Barcelona opte por desplazarse a las Tierras del Ebro ante la dificultad de captar a nuevos manifestantes. «Muévete por la Vía, tú la harás posible», piden los organizadores a los catalanes que comparten la reivindicación independentista. Con el propósito de que no falten demasiados eslabones en la cadena, los organizadores se han puesto en marcha para posibilitar un desplazamiento de ciudadanos de Barcelona. No sólo han alquilado autobuses que partirán desde varios barrios de la capital catalana, sino que estudian habilitar plazas de barco y tren. Además, han sugerido a los particulares que organicen viajes en vehículos privados para llenar de manifestantes tramos como Reus-Tarragona; Cases d'Alcanar-Sant Carles de la Ràpita; L'Ampolla-El Perelló; y El Perelló- L'Ametlla de Mar, todos ellos muy justos de personal o directamente incompletos. La ANC pidió formalmente al Govern de Artur Mas que diera un apoyo explícito a la cadena humana, involucrándose en persona, para alentar la participación. Pero Mas ha optado por expresar públicamente su apoyo a la iniciativa sin unirse a la manifestación. Recibirá, eso sí, en el Palau de la Generalitat a los organizadores horas antes de que se despliegue la cadena. Quienes sí que harán acto de presencia serán varios consejeros, aunque el Govern ha evitado concretar su participación con exactitud para disimular de esta manera la división que suscita la «vía catalana hacia la independencia» entre Unió y Convergència.

De momento, ya han confirmado su participación la consejera de Bienestar Social y Familia, Neus Munté; el de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, y el de Cultura, Ferran Mascarell. Todos ellos de Convergència.

La cadena humana se pondrá en marcha a las 17:14 horas, cifra que alude al año de la caída de Barcelona a manos de tropas borbónicas hace 300 años, un hecho histórico que va a centrar muchas energías (y recursos) de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona para ensalzar su conmemoración, ya que es un anzuelo ideal para desatar el fervor soberanista.

La cadena humana en Cataluña, que recorrerá el trayecto entre El Pertús y Alcanar, tendrá un recorrido de unos 400 kilómetros y atraviesa 86 municipios. Según los organizadores, son necesarias unas 500.000 personas para poder completarla y emular de esta manera la Vía Báltica, la cadena humana que se organizó el año 1989 –pocos meses antes de la caída del muro de Berlín– para reclamar la independencia de Lituania, Letonia y Estonia. En aquella ocasión, se recorrieron más de 600 kilómetros para unir Vilna, Riga y Tallin (respectivas capitales de las repúblicas citadas).

El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, pidió ayer a Mas que «no apoye ninguna cadena» como la cadena independentista que tendrá lugar el 11 de septiembre y le aconsejó incluso que las «rompa» y que «se dedique a trabajar por la recuperación económica». «No asiste, pero apoya, y Cataluña lo que menos necesita ahora son cadenas, porque éstas separan, atan y recortan la libertad», añadió.

La llamada de rajoy tras la carta de mas

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, telefoneó al titular de la Generalitat, Artur Mas, pocos días después de recibir la carta en que el líder nacionalista le pidió formalmente abrir negociaciones para acordar la celebración de una consulta soberanista en Cataluña. Según desveló ayer el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, Rajoy y Mas apenas charlaron unos minutos, suficientes para hacerse una idea de la respuesta que dará el presidente del Gobierno. La Generalitat da por hecho que Rajoy dará una negativa, pero quiere observar todos y cada uno de los matices de la respuesta para comprobar si hay alguna vía para el entendimiento. El Govern insiste en que abandera una reivindicación democrática y mayoritaria y que, por tanto, debe recibir una respuesta acorde.