El desafío independentista

«Se trata de la ley, no de que me guste o no el referéndum»

El primer edil de Viladecans se niega a ceder espacios a Puigdemont

El alcalde de Viladecans (Barcelona), el socialista Carlos Ruiz, ayer frente al Ayuntamiento
El alcalde de Viladecans (Barcelona), el socialista Carlos Ruiz, ayer frente al Ayuntamientolarazon

El primer edil de Viladecans se niega a ceder espacios a Puigdemont.

Viladecans es una de esas localidades del área metropolitana de Barcelona donde el independentismo es muy minoritario y, por tanto, donde es difícil imaginar que la jornada del 1 de octubre llegue a producirse algo parecido a un referéndum. Situada a apenas diez minutos del aeropuerto de El Prat y con una población de unos 65.000 habitantes (la 18ª de Cataluña), Viladecans es uno de esas municipios que todavía da sentido a aquello que un día fue «el cinturón rojo», el imperio del PSC.

En su pleno, formado por 25 cargos electos, no hay concejales del PDeCAT; la única presencia independentista recae en tres concejales de ERC. El alcalde, el socialista Carlos Ruiz, integrante de la ejecutiva del PSOE, nos cita el pasado viernes en la misma calle donde se alza el Ayuntamiento, cerrado con motivo de la fiesta mayor de la localidad. «El 1 de octubre también estará cerrado», bromea el alcalde.

De camino a la terraza de un bar preguntamos al alcalde por el momento en que recibió la carta del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, con la instrucción de ceder los locales que habitualmente se utilizan como puntos de votación para el referéndum del 1 de octubre . «Nos llegó dos veces durante la madrugada posterior a la aprobación el Parlament de la ley del referéndum. Una, a las 2.00 horas y la otra, a las 5.00 horas», rememora. A primera hora de la mañana del jueves, Carlos Ruiz dio la instrucción a los servicios jurídicos municipales de que analizaran el documento. Prácticamente en paralelo, el Tribunal Constitucional procede a la suspensión cautelar de la mencionada norma. Fin de las dudas.

«Lo más extraño de este proceso soberanista es pensar que aquí se puede maniobrar de forma subjetiva. No depende de un alcalde que se abran locales para una votación. Cualquier proceso electoral funciona sobre la base de un principio normativo y legal. Nosotros hacemos lo que marca la ley», explica el primer edil de Viladecans, molesto por la forma de obrar de la Generalitat. «Se ha trasladado a los alcaldes una presión incomprensible. Esto no se trata de que me guste más o menos el referéndum. Esto es una cuestión de lo que dice la ley», concluye.

Ruiz habla con tranquilidad en la terraza de un bar chino sin perder de vista a los vecinos que se cruzan. «No me importa que me escuchen, todo el mundo sabe lo que pienso», dice.

Hay algo que extraña particularmente a este alcalde y es el margen que se ha dado la Generalitat para materializar el referéndum. «Requiere mucho tiempo organizar un proceso electoral. Significa disponer a trabajadores, policías, avisar a los centros, verificar el censo. Nosotros organizamos las elecciones con dos meses de antelación normalmente, no con tres semanas», apunta.

Su opinión, rotunda, es que en Viladecans no va a haber nada parecido a un referéndum porque «el Tribunal Constitucional ya se ha manifestado y, por tanto, el 1 de octubre es simplemente una fecha en el calendario». Según el alcalde, «todo este proceso pasa a ser un acto de partido, igual que en el PSOE cuando hicimos nuestras primarias».

La postura del PSC

En las últimas horas, este dirigente del PSC ha mantenido varios contactos con otros ayuntamientos de su entorno (Cornellà, Sant Boi de Llobregat, L’Hospitalet) para comentar la situación creada. «Con los que yo he hablado dicen lo mismo: hay que atenerse a la legalidad», explica, antes de aclarar que con la mayoría de alcaldes con los que ha abordado el tema son de su partido.

En el PSOE, añade, hay inquietud. «Los compañeros de toda España nos preguntan. Hay una preocupación generalizada por el bochorno vivido en el Parlament esta semana». Y, finalmente, da su opinión sobre cómo actuar para reconducir la situación. «Es cierto que en Cataluña hay una minoría muy importante que piensa que Cataluña debe ser independiente, pero es igual de cierto que hay una mayoría de catalanes que piensa que debe haber un cambio en las relaciones con el resto de España. Yo creo que hay un sentimiento mayoritario en Cataluña de cambio. En opinión de los socialistas, el mejor espacio para resolver esto es la España federal», dice. Sucumbimos al mitin y nos vamos.