Ciudadanos

Semana de tregua para la crisis de Murcia

El portavoz naranja se reunirá con Pedro Antonio Sánchez, que insiste en que no dimitirá

La Razón
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La llamada a declarar del presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, activó ayer de forma definitiva la reacción de Ciudadanos en virtud del pacto anticorrupción firmado con el PP tanto a nivel regional como nacional. El resto de fuerzas políticas implicadas directamente en el Gobierno de Murcia –PSOE y Podemos– se han mostrado más críticas aún, y en el caso de los morados ya hay conversaciones para avanzar en una moción de censura contra Sánchez. El PP ha blindado al presidente de Murcia y el propio implicado ha hecho una llamada a la «calma» convencido como está de que «todo se aclarará cuanto antes».

Ciudadanos, el partido que brindó su apoyo al PP murciano para gobernar tras las autonómicas de mayo de 2015, habló ayer por boca de su líder, Albert Rivera, quien recordó a los populares que el acuerdo de investidura de Murcia depende del cumplimiento de todos los puntos y le instó a proponer un candidato alternativo a Sánchez, porque sería «un poco contradictorio» que no quisiera gobernar en esta comunidad.

Rivera explicó que el portavoz de Cs en la región, Miguel Sánchez, va a solicitar una reunión al PP murciano para que proponga otro candidato, una vez que el presidente de la comunidad ha sido citado a declarar como investigado en el «caso Auditorio» el próximo 6 de marzo ante el Tribunal Superior de Justicia de Murcia. «Nos parece que lo razonable es que el partido que ganó las elecciones proponga a alguien que no esté imputado», argumentó el presidente de Ciudadanos, para quien eso es «lo serio». La reunión, que se va a solicitar por carta, tendría lugar la semana que viene.

Desde el Gobierno de Murcia reclaman «prudencia» y aseguran que su intención es ir a esa cita, a la que Pedro Antonio Sánchez acudirá pertrechado con documentos que «avalan su inocencia». La portavoz del Ejecutivo murciano, Noelia Arroyo, defendió ayer que la dimisión «tiene la línea roja en la apertura de juicio oral», pero considera el entorno del presidente que ése es un desenlace «al que no se va a llegar, porque antes se demostrará que no hay delito».

Preguntado Albert Rivera por si Ciudadanos apoyaría una moción de censura si los populares no acceden a su petición, respondió que hay que esperar a lo que ocurra en esa reunión pendiente, que calificó de «decisiva e importante».

Rivera reiteró que «quien tiene palabra tiene que cumplir y, en este caso, la palabra del presidente de Murcia la escucharon todos los murcianos en campaña». Aludía así el líder naranja a las declaraciones de Pedro Antonio Sánchez en junio de 2015, en las que, siendo aún candidato a la presidencia, aseguraba que dejaría el cargo si fuese imputado. «Si al final la Justicia dictaminara una imputación por el “caso Auditorio”, yo dimitiría. Porque cumplo lo que firmo y cumplo mi palabra, y no esperaría que nadie me lo pidiera», subrayaba. Según Rivera, «es lo que esperan todos los murcianos, es lo que espera Ciudadanos en Murcia».

Más duro fue el portavoz de C’s en el Congreso, Juan Carlos Girauta, que insistió en que Pedro Antonio Sánchez debe dimitir «ipso facto» y pidió al Gobierno de Mariano Rajoy que piense antes en el interés de la comunidad que en el de «un compañero imputado». El coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maillo, insistió en el cierre de filas al considerar que Sánchez no cometió ningún delito de corrupción sino que pudo caer en una prevaricación administrativa, y aclaró que «no es lo mismo meter la pata que meter la mano». Para Maillo, que recordaba unas declaraciones de José Manuel Villegas –«la mala praxis en la gestión política no es corrupción, pero sí lo es meter la mano en la caja»–, la investigación no pone en riesgo el pacto nacional entre el PP y Ciudadanos, sino que se circunscribe al ámbito de Murcia.