Política

Proclamación de Felipe VI

Simplicidad heráldica regia

Simplicidad heráldica regia
Simplicidad heráldica regialarazon

Una de las normas heráldicas básicas habla de la sencillez. Cuando nace la costumbre de adornar con escudos de armas los bienes y pertrechos militares de los caballeros medievales era esencial que sirvieran para reconocer a su propietario en la batalla, cuando –muchas veces– esos caballeros tenían el yelmo cerrado o se les veía desde muy lejos. Esa simplicidad se fue perdiendo a través de los siglos hasta llegar a complicadas elaboraciones heráldicas barrocas con múltiples cuarteles y adornos exteriores. Los escudos no servían ya entonces tanto para distinguir a su propietario como para mostrar los nobles linajes y las altas casas a las que aquél pertenecía. A través de los escudos se conocía la ilustre genealogía del personaje.

El Rey Don Felipe VI y su Casa, con el especial concurso de notables expertos en la materia, han decidido modificar las armas y el estandarte o guión regios. Se ha eliminado en él el aspa de Borgoña o cruz de San Andrés, así como el yugo y las flechas que ostentaba el escudo del Rey Don Juan Carlos I. Además, se ha cambiado el color del paño sobre el que se bordan esas armas, pasando del azul al rojo carmesí. Así, el nuevo escudo recupera una recomendable simplicidad heráldica.

El aspa de Borgoña se empieza a utilizar en los escudos de armas y banderas de España desde tiempos del matrimonio de la reina Juana con Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, convertido en Felipe I, cuyos Arqueros de Borgoña la utilizaban. San Andrés es el patrón de Borgoña y ese apóstol fue crucificado en aspa, causa por la cual su cruz tiene esa disposición. Desde aquel 1506, y especialmente desde la batalla de Pavía, en 1525, el aspa ondeaba en la blanca bandera de los Tercios Españoles y así lo hizo durante siglos. Aquel Don Felipe, archiduque de Austria, llevaba el aspa en sus banderas cuando se entrevistó con el Rey de Aragón y Regente de Castilla Don Fernando, en el Remesal, Burgos.

El predecesor de Don Felipe VI, el rey Don Felipe V, estableció que era su voluntad «que cada cuerpo traiga una bandera coronela blanca con la cruz de Borgoña, según estilo de mis tropas, a que he mandado añadir dos castillos y dos leones, repartidos en cuatro blancos, y cuatro coronas que cierran las puntas de las aspas». Por tanto, aunque de origen extrapeninsular, esa cruz está íntimamente ligada a la Historia de España. También lo han estado el yugo y las flechas que algunos, erróneamente, vinculan exclusivamente a la Falange Española. En realidad proceden de tiempos de los Reyes Católicos, que adoptaron el nudo gordiano, el yugo, las flechas y el lema «Tanto Monta» por recomendación de Antonio de Nebrija.

Aunque el decreto que establece este nuevo escudo y estandarte no ha sido aún promulgado ni publicado, se ha empezado a usar ya, en el balcón principal y en lo alto de palacio, en los banderines del Rolls Royce Real y de las motos de su escolta. Será el primer real decreto firmado por Don Felipe VI. Ya no usará el escudo establecido en el R.D. 284/2001, de 16 de marzo, por el que se creaban Su Guión y Su Estandarte como Príncipe de Asturias.