Susana Díaz, única candidata en el PSOE andaluz, sucederá a Griñán

La consejera de Presidencia, Susana Díaz, ha sido la única de los aspirantes a la carrera de las primarias para elegir al candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta que ha conseguido los avales.

Había partido. O eso creían Luis Planas y José Antonio Rodríguez, los dos nombres mejor posicionados para plantar cara a la consejera de Presidencia. El primero, solvente y con experiencia más que demostrada, prometía al comienzo del día competir hasta el último minuto. Tres horas antes de que acabara el plazo para la presentación de avales de los candidatos a las primarias del PSOE-A, a las ocho, convocaba una rueda de prensa urgente para confirmar que la caña no es rival para la técnica del arrastre, como él mismo había calificado su labor de recogida de apoyos frente a la de su rival más fuerte. «Los avales que he conseguido superan los 4.500. Es una cantidad importante que quiero poner en valor», señalaba a través de Twitter. Y avanzaba que «la vida continúa y el PSOE también. Esperemos que las lecciones de este proceso nos sirvan». Así daba por concluido su periplo como precandidato a unas primarias que no se celebrarán.

El alcalde de Jun, que había ido radiando la cuenta atrás de su candidatura desde primeras horas a través de Twitter, situaba la diferencia entre «el aparato» y «la ilusión de las bases» en 490 militantes. Exactamente ésos eran los que esperaba reunir en el tiempo que separa Antequera de Sevilla en su coche.

La renuncia de Planas, que no llegó a entregar las firmas «por respeto», según dijo, llevó a Rodríguez a convocar a quienes se habían posicionado con el consejero a acudir personalmente a la sede regional del PSOE-A para un último intento de lograr los 6.860 avales. Incluso, según reconoció, llegó a contactar con él para tantear por última vez una integración pero no hubo acuerdo sobre quién debía ser el cabeza de cartel.

Aun así, el alcalde apuró hasta el final. A diez minutos de que expirasen las ocho, presentaba oficialmente sus credenciales. él solo, sin intermediarios. Había llegado a Sevilla conduciendo su Volkswagen Eos rojo, el mismo cuyo maletero circulaba ayer por las redes sociales atestado de cajas repletas de avales. Descargó y se marchó a la tarea de encontrar aparcamiento en el centro de Sevilla. El verano jugó a su favor y poco después regresaba para entregar a la Comisión de Garantías las pruebas fehacientes de que una cuarta parte de los militantes –más de 11.100 incluyendo los de Planas– querían que el próximo candidato del PSOE a la Junta de Andalucía se decidiera en las urnas. Pero, como el consejero, tampoco presentó finalmente unos apoyos que, aseguró, devolverá «uno a uno». En las mismas puertas de San Vicente 37, contó los últimos 67 respaldos. Ciento noventa y seis más le hubieran dado la oportunidad de batirse con la ya vencedora y única candidata, Susana Díaz. La mujer fuerte del presidente Griñán cambió la sede regional por un mitin junto al Guadalquivir.

Tras veinte minutos reunido con el órgano socialista, el regidor granadino –que no logró que se reconociesen los diez mil apoyos virtuales recabados por vía electrónica–, lamentó que tras el tremendo esfuerzo «me quedé a las puertas y descompuesto». Y lanzó un aviso: «El PSOE es un partido que no tiene talento pero su militancia sí. A partir de ahora se va a oír una voz discordante de la militancia».