Tania, obligada a asumir su delito o traicionar a su padre

La candidata de Izquierda Unida en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, se enfrenta hoy a uno de sus momentos más comprometidos.

La candidata de Izquierda Unida en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid, Tania Sánchez, se enfrenta hoy a uno de sus momentos más comprometidos. Comparece en la comisión municipal que investiga en Rivas la concesión de contratos por parte del Ayuntamiento a una cooperativa administrada por su hermano, Héctor Sánchez. Cada vez que, en el transcurso de alguna de las entrevistas que la diputada madrileña ha concedido en las últimas semanas, ha sido cuestionada por las presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación de estos servicios en los años en los que tanto ella como su padre eran concejales, se ha limitado a reconocer la existencia «de algunos errores», pero no «de delitos ni beneficios de nadie».

Hoy, sin embargo, Tania Sánchez deberá responder durante aproximadamente media hora a las cuestiones concretas que formulen los concejales de la oposición y también a algunas de las incógnitas que dejaron en el aire su padre y su hermano. El asunto más espinoso al que se tendrá que enfrentarse es el que concierne al contrato 123/2008, por el que la cooperativa Aúpa ingresó de las arcas municipales casi 137.000 euros. Tania Sánchez estaba presente el 21 de octubre de 2008 en la Junta de Gobierno Local que aprobó esta adjudicación y deberá explicar hoy si, como establece la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas, ocultó que el representante de una de las concesionarias, que además finalmente fue la ganadora, era su hermano. Llegados a este punto, las opciones de la candidata de IU no son muchas: o reconocer que ocultó su parentesco o reconocer que su padre mintió en su comparecencia. Raúl Sánchez, que actualmente es concejal de Deportes en el Ayuntamiento, subrayó en su paso ante la comisión que no conocía que su hijo era el administrador de Aúpa, aunque también admitió que a él «nadie le advirtió de que no era conveniente inhibirse o dar a conocer que su hijo trabajaba en la cooperativa»,ya que era algo que sabía «todo el mundo porque Rivas es un pueblo». Sobre estas circunstancias, su hijo y beneficiario de los contratos descartó también que sus familiares tuvieran conocimiento de que él era el administrador, ya que entre ellos tenían «poca relación a nivel de temas laborales», aunque también precisó que todos conocían que formaba parte de la cooperativa.

Frente a la versión del padre de Tania y Héctor de que «todo el mundo» conocía el parentesco, está la versión que dieron ante la comisión otros dos ediles del consistorio. El socialista Guillermo Magadán y el concejal de Izquierda Unida Marcos Sanz participaron en algunas de las mesas de contratación de la polémica y ambos intervinieron, como ediles de Gobierno, en las juntas de gobierno en las que se aprobaron las adjudicaciones. Sin embargo, ambos fueron tajantes al asegurar que nadie les informó de que el administrador de una de las concesionarias tenía un vínculo familiar con miembros de la corporación. Marcos Sanz, de IU, llegó a sostener que si se lo hubieran «comunicado, ese contrato –el de 137.000 euros a Aúpa en 2008– no habría salido adelante, al menos con mi voto».

Además de Tania Sánchez, hoy comparecerán ante la comisión el actual alcalde, Pedro del Cura, y su predecesor en el cargo, José Masa. Mañana completarán la ronda de comparecencias dos técnicos municipales, encargados de la redacción de los pliegos.